Una tumba blanca y lagrimas de una diosa

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Se suspendieron las clases y se pospusieron los exámenes. En los dos días siguientes, algunos padres se llevaron a sus hijos de Hogwarts, las gemelas Patil se marcharon a la mañana después de la muerte de Dumbledore antes del desayuno y a Zacharias Smith fue a recogerlo su altanero padre. Seamus Finnigan en cambio, se negó rotundamente a acompañar a su madre a casa discutieron a gritos en el vestíbulo y al final, ella permitió que su hijo se quedara hasta después del funeral de Dumbledore.

Percy vio en una ventana un carruaje azul jalado por una docena de pegasos, Harry le contó sobre la directora de una academia de magia en Francia que era amiga de Hagrid y lo confirmo cuando los vieron abrazarse. Entre tanto, iban acomodando en el castillo a una delegación de funcionarios del ministerio entre ellos el ministro de magia en persona. Harry evitaba con diligencia cualquier contacto con ellos pero Percy se sorprendió que no estaba Hécate con ellos y ninguno la ha mencionado, tal vez ese día cuando lo invito a conversar con él en casa de los Weasley era la única vez que los ayudaría para detener esta guerra.

Los semidioses estaban de lado de Percy, Nico dijo que se encargara que el alma de Dumbledore vaya a los elíseos lo que hizo feliz a Harry y a sus amigos. A Neville ya le dieron de alta al igual que a los Stoll pero Bill seguía bajo los cuidados de la señora Pomfrey, tenía unas cicatrices horribles se parecía a Ojoloco Moody aunque por fortuna, conserva tanto los ojos como las piernas, debía reconocer que esa herida era peor que cualquiera que Percy ha recibido en su vida pero lo que cambio de él fue que desarrollo fascinación a los filetes crudos aunque Fleur no le importaba y se decía que era afortunada de casarse con él.

Percy estaba aún sosteniendo el horrocrux falso leyendo esa nota en especial las iniciales de R.A.B se preguntaba quién será, ya no confiaba que era un mago, este mundo estaba ligado con el suyo. Pero si se lo preguntaba a Quirón o a Reyna tampoco encontrarían información. Solo pensaba en ver a Annabeth, estar cerca de ella, abrazarla y besarla así que fue al lago negro y lanzó un dracma para enviar un mensaje Iris. Observo el cabello rubio y los ojos tormentoso de Annabeth y al contarle la noticia, hizo que se quedara pasmada.

Annabeth: No puede ser- dijo en voz baja- primero Sirius y ahora a Dumbledore.

Percy: Lo se- responde mirándola esperanzado- yo...no pude hacer nada. Debí hacer algo.

Annabeth: Percy, lo que ahora puedes hacer es dar tus consuelos a Harry y sus amigos, ahora debe estar más solo ¿lo entiendes, verdad?

Percy: Si, y aún no he dicho nada sobre Jason y el plan de Nix

Annabeth: Oh Percy- lo miro con ojos de tristeza, ella quería abrazarlo con todas sus fuerzas pero solo era una imagen a través de niebla

Percy: Creo que debo decirles ya o esto será peor

Annabeth: Es lo mejor, se que no lo tomaran bien pero es urgente- se produjo un silencio entre ambos, lo que se escuchaba era el viento soplar y el lago ondear- mañana regresaras ¿no?

Percy: Si, después del funeral iremos al expreso y después, al aeropuerto. Ya quiera verte, listilla.

Annabeth: Yo también- el tiempo del mensaje se acabo ya que la imagen de Annabeth comenzó a desvanecerse- te amo sesos de alga- y su imagen se fue.

Percy se levanto y regreso al castillo, vio que todos ya estaban en la sala común de Gryffindor así que llamo a Harry.

Percy: Harry, debo decirte algo y perdón si no lo dije antes.

Harry: ¿De que se trata?

Percy empezó a contarles sobre la muerte de Jason, sobre como se sacrifico para que Piper, Meg y Apolo se salven a manos de Calígula. Harry estaba más en shock que antes, Hermione y Ginny sollozaban y Ron se quedo al fondo de un rincón.

Percy Jackson y el secreto de la inmortalidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora