Hacienda

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(va a estar larguito) :)

NARRADOR

— Si papá, sé lo que tengo que hacer, estate tranquilo, todo saldrá bien — Joaquin trataba de tranquilizar a su padre.

Confiaré en tí Joaquin, necesitamos que se cierre el trato —.

— Lo sé, te marco después ya casi voy a aterrizar, no te preocupes, el trato se cerrará tenlo por seguro —.

Está bien, cuidate, te veo en unos días —.  Joaquín se despidió de su padre y colgó la llamada.

Estaba viajando hacia Monterrey a cerrar un trato, se había ofrecido a viajar hasta allá para hacer dicho trato, su padre tenía unas cosechas con las que se hacia el mezcal. Les había llegado la invitación de un provedor de juntar ambas cosechas y salir beneficiados, el señor Bondoni no podía ir él mismo a cerrarlo ya que, tenía que arreglar unas cosas en otro lugar.

El avión aterrizó, eran alrededor de las doce del día, pidió un taxi y le dio la dirección que tenía que seguir.
Según las palabras de su padre, la persona con la que tenía que hacer el negocio había dicho que se hospedaría en su hogar.

Pasaron alrededor de unos cuarenta minutos y vió que el paisaje era hermoso, había mucha vegetación, el aire que golpeaba su cara era fresco, no recordaba cuando fue la última vez que se sintió así.

—Joven, llegamos — estaba tan metido en sus pensamientos que no se dió cuenta que el auto se había detenido.

— Gracias— salió del auto, era una casa bastante grande y eso que solo la estaba viendo por fuera. El chofer le ayudó a bajar sus maletas y llevarlas hasta la entrada. Pagó al señor y este se fue.
Tomó un respiro y tocó el timbre, a los pocos segundos, la puerta fue abierta dejando ver a una señora ya grande con uniforme de limpieza.

— Buenas Tardes, soy Joaquin Bondoni— extendió su mano a la mujer.

— Mucho gusto joven, lo están esperando, mandaré a alguien a que deje sus maletas a su habitación, porfavor sígame— solo asintió y fue detrás de la mujer, no se equivocaba, la casa era bastante grande, habían muchos adornos hechos de madera, muchas plantas y cuadros.

Llegó hasta una parte en la que había una piscina y unos cuantos camastros, todo se veía muy cuidado.

— Puede esperar aquí, no tarda en llegar el señor— dijo suave.

— Muchas gracias— le dedicó una pequeña sonrisa y la mujer se fue. Se quedó analizando lo que estaba a su alrededor, era bonita, su casa era parecida, nadamás que esta estaba en el campo.

— ¿Joaquin Bondoni?— se volteó al escuchar su nombre, era un señor entre unos cuarenta y cincuenta años, un poco moreno, más bajo que él y pelo canoso — Es un gusto tenerte con nosotros, espero tu estadía con nosotros te sea de maravilla —.

— El gusto es mio ¿Señor...—

— Juan Osorio, pero dime Juan— estrecharon sus manos — Tú padre habló conmigo hace unos momentos, me dijo que veré todo lo de las cosechas contigo —.

— Así es, nos interesa bastante su propuesta y nos beneficiaría a ambos tener su apoyo—.

— Veo que nos vamos entendiendo, me gustaría que conocieras un poco cómo cuidamos las cosechas, el proceso que hacemos para elaborar el mezcal y que veas el porqué es uno de los mejores, nuestra calidad es bastante buena—.

— Me encantaría y si es mucho, también me gustaría probarlo —.

— Claro que si a la hora de la comida podrías degustarlo, quiero que conozcas a mi hijo, él te ayudará a instalarte y a que conozcas por aquí, acompañame, seguramente está con su chula— Joaquin no entendió lo último, pero ya empezaba a sentirse incómodo, seguramente estaría con su novia y estaría haciendo mal tercio pero aún así siguió al hombre.
Llegaron hasta un establo en donde habían caballos, eran hermosos a la vista del castaño, caminaron un poco más y Joaquin logró ver a alguien montando a caballo dentro de unas cercas.

One Shots | EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora