CAP.2

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-¡Ayuda!- Grite, como si alguien pudiera ayudarme,-¡aaah!, ¡ayuda, por favor!- dije casi apunto de llorar, y como no hazerlo esa cosa me quiere comer, solo nos separaban unos cuantos centimetros, yo con mis brazos lo intentava sacar encima mio pero era inutil -¡Ayuda, encerio, por favor!- Grite y nada, yo ya me doy por muerta. Las lagrimas comenzaron a brotar y bajar por mis mejillas, hasta que un cuchillo atraviesa la cabeza de la cosa y lo quita de encima mio, era una mujer y un hombre

-¿Estas bien, cariño?- dijo una mujer acercándose a mi, por lo cual yo retrocedí un estando en el suelo- oye, tranquila pequeña.. somos buenos- Dice sonriendo y señalando al hombre que estaba detrás de ella.

Aquí les pregunto... ¿Que harían ustedes?

Rápidamente me puse de pie, busque mi cuchillo con la mirada, cuando lo localicé fui a el pero el hombre lo tomo diciéndo: -¿Qué intentas pequeña?- Yo lo ví, lo empuje, me iba a lanzar encima a arrebatarle mi cuchillo pero sentí como unos brazos me tomaban de la cintura.

-Tranquila cielo, no te haremos daño, ¿Quieres venir con nosotros? -La mire, y luego al hombre, este sonrío falsamente, yo no dije ni una sola palabra, el hombre me extendió mi mochila, yo la tomé poniéndola en mi hombro.

Por alguna razón ese tipo no me da buena espina.

Agh -me queje bajo sientiendo de nuevo la picazón en mi brazo izquierdo, por encima de la ropa comencé a rascarme.

La mujer empezó a caminar, aún lado del hombre, yo iba detrás de estos escuchando sus mormullos, pero no les preste atención, la picazón me mata.

NARRA EL NARRADOR.

¿Segura de traerla? No sabemos si está infectada Danna… -Dice mormullando. -

Sí, no podemos dejarla Dann… Es solo una pequeña nena indefensa, no podemos dejarla aquí a que sea presa fácil. -Dice la mujer viéndolo. -

—Quizá tenga alguna enfermedad, no hay que llevarla, creo que tiene pulgas, no para de rascarse. –Dice viendo a la pequeña de reojo. -

Cuando lleguemos al campamento vemos que tiene, pero no la dejaremos, por favor Dann… –La mujer lo ve suplicante, y este asiente convencido. -

Mientras está pareja hablaba la pequeña iba intentando seguir sus pasos, su vista se nublaba, miraba un tipo de viñeta, que cada vez se hacía más presente, siente un líquido en sus manos, voltea a ellas. Sangre, todo le daba vueltas, miraba más lejos a aquella pareja que le salvó la vida y: —Ayuda – Fue lo único que salió de su boca, fue un susurro, un susurro ahogado, no quería salir, cuando lo único que sonaba en la silenciosa avenida fue el golpe seco contra el pavimento.

La pareja volteo al escuchar el sonido, al ver a la niña en el suelo con la mano ensangrentada al igual que su manga, la cargaron y corrieron al campamento. La recostaron en un sleeping bag algo viejo, que se encontraba en las horillas de un bosque cercano.

Ninguno se atrevia a aver dé bajo de la manga, pero ambos sabían que alguno tenía que tomar el valor, la mujer de casi 30 años levanto delicadamente la manga, llevándose una gran sorpresa.

—¡Te dije, Danna! ¡No hay que traerla! ¡Dios! ¡Tendremos que matarla! –Dice preocupado el hombre al ver a su compañera con los ojos cristalizados y sin soltar sonido alguno. —¡Di algo!

—N-no la matarás… Primero hay que asegurarnos si se convertirá.

—¿¡Estás loca!? ¡Esas mordidas se ve que tienen mínimo un día!

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⏰ Última actualización: Feb 21, 2022 ⏰

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