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CAPITULO DOS SORPRENDE CAMILA

Camila estuvo en la comisaria solo un día, un agente policial femenino la llevo a su casa, además quería conocer a ese bebe tan hermoso.

-Gracias agente por acercarme a mi casa.

-No me llames agente, llámame Carmen, y a partir de hoy vamos a ser amigas y a ese hijo de puta cuando vos me digas, le metemos un par de plomo en las pelotas.

-No por favor, ya no quiero lio con esa familia, ya le vendrá el castigo merecido y será de arriba.

-Que castigo de arriba y que castigo de arriba, cuando lo agarre yo en una, ese sí, va a ser castigo, pero no de arriba, va a ser de acá abajo – dijo Carmen, la policía-

A Tomy había que bautizarlo y le pidió a Carmen que ella sea su madrina, a lo que ella acepto amorosamente.

Paso el tiempo, tomy era el niño más lindo y mas querido de todo el barrio, la madre lo cuidaba muy bien y Carmen lo visitaba cada semana.

El festejo de cumpleaños número uno de Tomy lo festejaron casi todos los vecinos, familiares y los agentes que habían arrestado a Camila, y por supuesto Carmen su madrina.

Paso el tiempo, paso el año y Tomy todavía no caminaba ni hablaba.

-Doctor, mi bebe ya tiene un año y cinco meses, todavía no camina y no habla

-Camila, los bebes con síndrome de down se nota más el retardo en caminar y hablar, además son más lento, y con el tiempo pasados los dos años se va a notar su cara con esos rasgos, en si es un niño sano, nada que preocuparse, en la condición de salud de Tomy es normal.

A los dos años y medio Tomy ya caminaba y hablaba, su madre le enseñaba todo, como se llaman los animales, los colores, lo llevaba de paseos a todos lados, sabia el nombre de todos los agentes de la comisaria y los nombres de los vecinos.

Carmen le decía que tiene que salir y conocer a un muchacho para divertirse, pero ella decía que no, que Tomy lo necesitaba las veinticuatro horas del día.

Pasaba el tiempo y Camila era sorprendente en la forma de criar a su hijo a los 4 años ya sabía leer y escribir, ya no había que estar atento a Tomy, él se cambiaba, se duchaba, se lavaba los dientes a la mañana, tarde y noche, comía solo y charlaba con sus abuelos sobre los temas del noticiero de la tv.

Una tarde paseaban con Tomy e iban a tomar el tren, la boletera, una amiga de Camila, le comenta que hace falta personal para la boletería, y a ella le vendría muy bien un sueldo aparte de lo que el gobierno la ayuda.

Al otro día Camila se presenta, la amiga de la boletería ya les había comentado a sus jefes sobre Camila y su bebe.

-Buenos días, vengo papa postularme por un puesto de boletera

-¿Tu eres Camila? –pregunta uno de los jefes-

-Sí, me llamo Camila

-Muy bien, la boletera de la tarde nos comentó de usted, estamos necesitando un puesto, el horario es de cuatro de la mañana a dos de la tarde, si acepta podría empezar mañana con una capacitación.

Camila lo pensó en el momento y el horario le vendría bien, porque sale a las dos de la tarde y a las dos y media ya estaría con Tomy, solo tiene que hacer el sacrificio de levantarse a las tres de la mañana para bañarse, cambiarse, salir temprano para llegar antes de las cuatro de la mañana.

Camila acepto el trabajo de inmediato.