Capítulo Cinco

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El día siguiente fue bastante parecido al anterior excepto porque el terreno empezó a ser más escarpado. Todo el mundo pasaba apuros excepto los sherpas. En un momento, Natsu sugirió que Jellal y Gray llevaran la caja, pero Rufus y Orga insistieron en que ellos se ocuparían.

― ¿Te preguntas qué es lo que hay dentro para que sean tan protectores con ello? ―. Preguntó Erza.

Después de que paráramos para comer, Natsu no había insistido en que yo permaneciera cerca del frente (del grupo), así que retrocedí para ir de caminata con Erza y Juvia.

―Apuesto a que puedo conseguir que me lo digan―. dijo Juvia.

―Pienso que quizá sea una jaula―. Murmuré.

― ¿Una jaula? ¿Para qué? ―. Preguntó Erza.

A la luz del día, me sentí ridícula de decir: ―Les oí por encima la última noche después de lo de la hoguera. Creo que realmente creen que los hombres lobos están aquí fuera.

Juvia resopló. ―No son los primeros. Siempre conseguimos campistas que han escuchado los rumores y piensan que pueden encontrar las pruebas de la existencia de los hombres lobo. Y en cierto modo es nuestra culpa. En Halloween, siempre tenemos un bosque encantado con el que conseguir fondos para los refugios de animales. Algunas de nuestras costumbres son realmente guays y realistas.

―Y dan miedo. ― Añadió Erza.

―Pero eso es lo que pretenden. Creo que Sting y su padre van en serio sobre cazar hombres lobo―. Insistí.

― ¿Y? No encontrarán nada. Mientras tanto, nos ganaremos el sueldo...―Dijo

Juvia.

―Supongo. Es sólo que esto me hace sentir desconfiada de ellos.

―La gente cree en todo tipo de cosas. Mientras que son sean violentos, ¿A quién le hace daño esto? Y rumores como estos atraen a la gente al parque. Todo es bueno.

Supuse que lo que ella dijo tenía sentido. Ajusté el peso de mi fardo a mis hombros. Estaba orgullosa del hecho de que yo era capaz de llevarlo como todo el mundo. Gray era el último que iba por el sendero, asegurándose de que nadie se quedaba atrás.

―Así que, uh, Natsu. ¿Hace él la cosa del bosque embrujado? ― Pregunté. No

podía imaginarlo. Parecía tan serio que no podía imaginarle actuando.

―Lo hizo antes de que se marchara a la universidad―. Dijo Juvia. ―Ahora sólo va a casa por las vacaciones y el verano. ¿Estás interesada en él?

― ¿Qué? No. ― Me reí con disimulo. ―Sólo curiosidad. Todos vamos a pasar el verano juntos. Parece como que deberíamos saber cosas unos sobre los otros.

―Quizás esta noche alrededor de la hoguera, podamos jugar a Verdad o

Castigo. ―Dijo Erza.

―Hey, os estáis quedando atrás. ― Gritó Jellal desde el final del sendero, y reanudamos nuestro ritmo.

Deseaba que Erza estuviera bromeando sobre Verdad o Castigo. Había un montón de cosas que yo quería saber, pero no un montón que quisiera compartir. Resultó que no practicamos ningún juego alrededor del fuego. Tampoco el Dr. Eucliffe o Sting mencionaron a los hombres lobo.

Luz De Luna (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora