Capitulo 11 Contraataque

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El alba se anunciaba un poco silenciosa y con un tono verde-azulado, sin embargo, no sería un día tranquilo, en la lejanía se observaba una monumental estructura que parecía ser más que eso. - Sargento, ¿Puede venir a ver esto? - con un poco de irritación en su mirada se levantó, al mirar lo que el soldado le señalaba sus ojos se abrieron como platos. - Avisen a la comandante, ¡ahora!

La pobre sala de comunicaciones parecía estar activa desde muy temprano, llevaban horas tratando de interceptar un mensaje dirigido a Estrada y Ankari. Ahora, el vigía estaba a la puerta del despacho de la Selendis Estrada, llamó a la puerta una vez... - ¿Qué quiere? - Respondió sin más. El soldado un poco nervioso notificó lo que había visto frente a lo cual su superior salió disparada a verificar, fuera, ya habían científicos curiosos y batallones en alerta, maravillada y a su vez aterrada por aquella visión se preguntaba donde estaba el capitán. - ¡Sazs! ¿Ha visto a Ankari? - la respuesta que recibió fue la del piloto encogiéndose de hombros, Selendis maldijo en sus pensamientos y de estos, el personal de comunicaciones la sacó para decirle sobre la transmisión. - Comandante, interceptamos un mensaje, o parte de uno. - ¿Qué dice? - la soldado tomó aire... - Dice, que la teniente Torres y Yernikova, necesitan asistencia y que deshabilitaron algo de una ciudad. - Selendis miró a su alrededor - ¿Quién más sabe del mensaje? - Usted, nosotros en comunicaciones y Ankari... - Bien, creo que hoy será un día muy largo, dígale a el capitán que se reúna conmigo. - ¡Entendido!

- ¡Capitán Archibald! ¿Esas naves están operativas? - El mini hangar improvisado que armaron los de la flota lucía como un patio de juegos - Comandante... solo tenemos dos naves de transporte operativas, un caza pesado y seis ligeros. ¿A que viene su pregunta? - Una leve sonrisa en la comandante era extraño de ver lo que le dio a Archibald un mal presentimiento - Puede que se haga uso de esas naves en las próximas horas, prepare a sus pilotos. - De camino a las barracas al fin dio con quien buscaba y no dudo en llamar su atención. - Ankari, se que ha estado evitándome y supongo que ya lo pusieron al tanto de todo, así que iré directa al grano, ¿Cuento con su apoyo? - el capitán parecía cansado - Un día le dije que trabajaríamos juntos, no para usted. De igual manera la situación a cambiado y dos de los míos están perdidos tras las líneas enemigas, ayúdeme a traerlas sanas y salvas y mi escuadrón entero estará a su disposición hasta que se llegue a un acuerdo con los nativos del planeta. -  Con algo de asombro Selendis asintió - Pero... usted dirigirá las misiones de su escuadrón. - Una sonrisa que nadie había visto asomó en la cara de él - Como debe ser, comandante. 

El tiempo aceleraba su paso, las tropas se preparaban bajo el yugo de sus oficiales pero no eran obligados, estaban "felices" iban a vengar a sus caídos o iban a morir en el intento. En las barracas de Ankari no hubo ordenes, su personal estaba listo para iniciar su primera misión cuando su superior cruzo la puerta el silencio se rompió en un saludo y la pregunta de cual sería su parte a realizar - Muy bien, equipo.  Todos saben lo que vamos a hacer, aunque tenemos un encargo de parte de nuestra colega Selendis, Cabo Park, necesitaremos sus conocimientos en explosivos para abrir un hueco en el muro de la ciudad, sé que no tiene mucho tiempo para saber el material de esa cosa pero tendrá todo el apoyo disponible el batallón de ingenieros pone todo a su disposición, Tello, Restrepo y Rodríguez le darán apoyo a Park, pueden partir. - Con mucho animo y una sonrisa realmente escalofriante Gina partió con el equipo designado. - Los demás... - continuo Ankari - Vendrán conmigo, trataremos de ubicar a Torres y Yernikova, nos aseguraremos que están bien, una vez Park agujeree ese muro usaremos esa distracción para entrar a la ciudad. - Jefazo - interrumpió Sazs - ¿Qué haré mientras? - Espero que sepas disparar un blaster piloto, mientras estemos en la ciudad te necesito en tierra ¿Alguna otra pregunta? - No, señor! - entonó Ishikawa.

Sin tiempo que perder y con la intención de asegurar a las soldados extraviadas se movilizaron en un vehículo terrestre con Gilbert al volante hacia la última posición conocida de sus compañeras de armas. - Atentos, Lu, si vez algo que no sea de los nuestros conviértelo en colador. - Ni que lo digas, Sazs. - dijo este con un sonrisa - Hey! que soy tu superior. - Contesto Sazs divertido. - ¿Qué tal si se callan ambos? - Gilbert estaba muy seria, por algún motivo se sentía tensa y no quería distracciones, eran la avanzadilla contra lo desconocido y no pretendía morir al volante...

 Por otro lado, Rodríguez exploraba las rutas hacia la ciudadela, en busca de enemigos o defensa que no les permitiera acercarse lo suficiente, Park estaba jugando con el explosivo suficiente para borrar una colonia venusiana  y eso era algo muy difícil.  Dimitri el jefe de los ingenieros quería verificar primero los muros, no era una tarea fácil, enviaron un equipo extra de exploración y no se alejo mas de un kilometro de la base cuando un impacto lo dejo en llamas y con tres cadáveres esparcidos en 500 metros a la redonda. Se oyó el grito de Rodríguez por la frecuencia general - ¡ATRAS, CAÑONES Y ARMAS APARENTEMENTE LIGERAS SOBRE EL MURO! - Selendis soltó una maldición y se dirigió al patio de ingeniería - ¡Dimitri! ¿Dónde están esos vehículos de combate que me prometió? - Un poco de nervio asomo en la cara del jefe ingeniero - Comandante, aún nos queda un 30% para habilitar, repararlos ha sido difícil. - Escuche, Dimitri, vamos a usar lo que sea que tengamos operativos, la infantería esta lista quiero a las escuadras de estos vehículos preparados para salir en 5 minutos. ¡Y los pilotos a todo lo que pueda volar! - No hubo una respuesta, solo acciones. El único altavoz que había en la base lo ocupo Selendis. 

- Atención civiles, científicos, todo aquel que se ofrezca de voluntario para combatir repórtese en el frente con la infantería, recibirán una armadura de combate y un arma. Los que no puedan luchar o no quieran, repórtense con el almirante Archibald y busquen refugio una vez marchemos contra los enemigos no habrá lugar seguro. Hoy, ganaremos un lugar en la mente de nuestros enemigos, o nos convertiremos en parte de este mundo de una manera u otra. No lucharemos por gloria, lucharemos por un lugar para las futuras generaciones, hoy no esclavizaremos una raza, ganaremos una vida digna de vivir. -  Muchos se unieron a las filas, muchos otros buscaron refugio en las tierras de ese nuevo mundo. La frecuencia privada de la comandante se activó - Al habla la cabo Park, comandante. - Dígame ¿Qué sucede, cabo? - Park suspiró - Solicito permiso para tomar un EVAC - Estoy al tanto de su encargo, tome lo que necesite pero cumpla su objetivo. - hubo un pequeño silencio  y al final Park respondió - Gracias, señora. - Y cortó la comunicación antes de escuchar una respuesta.

Los pocos cazas y otras naves de combate con las que contaban estaban en el aire, su misión, atraer la atención. Los vehículos marchaban atentos a sus sectores y todo lo rápido que el terreno les permitía.  la infantería marchaba detrás  con Selendis en la vanguardia, el EVAC donde Gina estaba con su pequeño monstruo aun no despegaba...

Un gran conflicto siempre fue inevitable, una sacerdotisa que cumplía su deber y una señora de la guerra, se abrirían paso y se encontrarían una vez mas, con un simple objetivo...


Proyecto: HERMES.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora