Capítulo 6 La caída del gigante

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- ¿Cree usted que podamos quedarnos, capitán?
- No lo sé, esto es una apuesta Estrada. Así como puede iniciarse una guerra puede formarse una alianza.
- Si inicia una guerra yo me encargaré, es usted muy blando.
- Y usted muy calculadora comandante.
Jacob y Selendis, módulo de observación de la Taranis.
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Habían pasado días desde que el mensaje fue entregado a aquel ser, Ankari grabó todo lo sucedido y lo entrego a los científicos para que tratarán de descifrar algo, el color blanco de la Taranis se reflejaban en los paneles del satélite fabricado para la observación aunque no habían visto ni una sola edificación.

Los grupos de que forme para dar seguridad a los campamentos científicos eran pequeños, 10 soldados por campamento y un campamento extra con un destacamento en el que habría infantería, médicos, vehículos y artilleros. - ¿Todo listo, Jazmine? Necesitamos instalar esos campamentos antes de que oscurezca. - Solo faltan algunos instrumentos y podremos partir. - Su voz tan fina y elegante me produce náuseas. Fue elegida la vocera de los científicos en un consenso en el que tuve que interferir porque estaban demorando mucho, no se por que ninguno quería hablarme luego.

- Comandante Selendis, ya todo esta listo para partir.
- Muy bien, soldado. Todo el mundo a las naves tenemos 6 horas antes del anochecer.

Una hora después, en tierra, exigí que tanto los científicos como los soldados ayudarían a establecer los campamentos, el cuartel militar estaría lo más cerca posible de todos los campamentos para que en caso de alguna emergencia, el tiempo de respuesta fuese el mínimo posible. En estos terrenos el suelo no era oscuro como en el lugar explorado por Ankari y su equipo, según las 'batas blancas' hay altas concentraciones de cobalto en aquel suelo.

La noche llegaba inminente al planeta oculto tras Gliese 876 d. Como lo conocíamos, me hacía recordar a algunas tardes con mi padre y me preguntaba como estaría todo en la nave nodriza; el mayor Armstrong quedo a cargo del personal militar en mi ausencia. Y aquí viene ella... - Comandante, ¿cree que será posible establecer un enlace de comunicaciones con la nave en órbita? - Umm, anteriormente se ha hecho doctora, pero la comunicación ha sido deficiente. - Entiendo, ¿se quedará en el campamento? - Para su alivio, me iré al cuartel en unos minutos, pediré un enlace satelital de comunicaciones, aprovechando el satélite de órbita baja; quizá eso funcione mejor, ¿Le parece bien, Jazmine? - Lo que usted diga, Selendis. Mi escolta llego para ir al cuartel, todo estaba casi listo, nuestros vehículos personales de combate funcionaban realmente bien aquí, incluso sus dispositivos antigravedad aunque tuvieron que modificarse para trabajar en este planeta, podían llevar dos personas, tenían dos turbinas pequeñas y un motor impulsado por uranio empobrecido, un arma de repetición en la parte delantera y una linterna bastante potente.

El trayecto era de cinco kilómetros pero había que ir con cuidado ya que el terreno aun era poco conocido. Nada más llegar pedí al equipo de comunicaciones el enlace. -¿Dónde esta Vargas? - me sorprendió no verle ahí, no era alguien indisciplinado. - Lo vimos salir del comedor con la Cabo Courtois. - todos se le quedaron mirando. -¿No se suponía que me enterara de eso, verdad? Mmm que falta de lealtad, vaya y dígale que necesito que instalen un enlace satelital con la Taranis para el amanecer. - Entendido! - Si me necesitan estaré en mi camarote.

La mañana siguiente fue todo un reto, habían unas extrañas bestias en las afueras comiendo lo que sea que crece en el suelo y teníamos un herido, el soldado Mickelson trato de acercarse a uno de esos y fue atacado. Al menos sabemos que son un poco violentos... - Graveyard!! Espante a esas bestias pero no las mate! Ingenieros preparen un muro! - La grotesca voz del sargento hizo a todos estremecerse. Me comunique con los campamentos para verificar si habían pasado por algo parecido, solo uno de los campamentos se vio en la misma situación.

Proyecto: HERMES.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora