Angie Jagger [Davick]

Mick Jagger

Comenzó a abrir sus ojos cuando la pesada y sofocante luz del sol golpeó sus párpados obligándole así a interrumpir su sueño, adormilado y con un enorme dolor de cabeza terminó de despertar para darse cuenta de que estaba en el sillón de la inconfundible casa de Freddie Mercury. A su alrededor habían varias personas dormidas... o al menos eso quería creer, se encontraban regadas por el piso algunas botellas de alcohol y cajetillas de cigarros que al instante le hicieron recordar la gran fiesta de la noche anterior al tiempo que una sonrisa ladina aparecía en su rostro y un suspiro salía de sus labios.

Como pudo se incorporó tallando sus ojos y estirando sus brazos mientras miraba a su alrededor en busca de alguien que ya estuviese despierto, no tardó mucho en levantarse para caminar mareado tambaleándose hacía la sala donde se encontraba el propietario de la casa sentado portando unos grandes lentes oscuros que tapaban sus ojeras y fumando un cigarrillo.

-¡Gracias a Dios que despiertas, empezaba a pensar como deshacerme de tu cadáver!- comentó Mercury con su característica sonrisa provocando que Mick soltase una pequeña risa. -Pues... aún así debes pensar en los otros cadáveres, Iggy no se mueve en absoluto-

Freddie río un poco y siguió fumando hasta que Mick llamó su atención. -Fredd... en serio no se mueve, no es broma- En ese momento el del bigote se levantó tan rápido como pudo y corrió hacia el antes mencionado tratando de encontrarle el pulso y exhalando aliviado en cuanto comprobó que su corazón aún latía, -Mierda, juro que no vuelvo a beber una gota de alcohol en mi vida- Estas palabras le sacaron una gran carcajada irónica a Jagger quien encendiendo un cigarrillo se dirigió a la puerta principal. -Claro Fredd, como digas- rió dirigiendo sus pasos hacia la puerta principal y escuchando vagamente las exclamaciones de Freddie quien fingiendo un berrinche, le reclamaba su actitud.

Por fin estando fuera Michael subió a su auto, lo encendió y comenzó a cambiar los canales de la radio tratando de sintonizar alguna buena estación que tuviera nueva música o quizás algo de los Stones que le ayudase a levantar su ego después de la ajetreada noche que había tenido a penas hacían unas horas, y en los minutos siguientes arrancó el coche y comenzó a manejar con una mano mientras con la otra seguía moviendo los canales de la radio hasta que encontró uno en el cual parecían estar dando las noticias recientes dentro de la industria musical.

-Así es señoras y señores, durante lo que resta del año, las tierras de Japón recibirán no solo a un gran grupo, sino también a un excelente cantante- habló el presentador haciendo a Mick extrañarse y preguntarse de quién hablaban. -las fechas del concierto de The Rolling Stones ya han sido confirmada y la venta de los boletos comenzará mañana a primera hora, y por otro lado, David Bowie también ha confirmado fechas y la preventa de los boletos será en un par de días en Tokio, Osaka y Kyoto-

Siendo sinceros, Jagger vagamente recordaba a Bowie más allá de sus más grandes éxitos musicales, lo poco que sabía a ciencia cierta era que se trataba de aquel joven apuesto, alto, delgado, carismático y de ojos dispares, recordaba haberlo visto en diversas ocasiones en eventos o programas de televisión, siempre rodeado tanto de hombres como de mujeres que trataban a toda costa de llamar su atención, y había cierto detalle que cautiva a Mick... la forma en que todo mundo se acercaba a él o trataba de impresionarlo era sencillamente artística a los ojos de cualquier simple mortal, era tan sutil que llegaba a ser poética, era la muestra más concisa de el magnetismo que tenía el muchacho, el como las personas demostraban su admiración, amor y gratitud era tan mansa y dulce que a kilómetros se notaba.

Aunque... después de todo, el saber que el show de Bowie coincidía con las fechas en que Mick y The Rolling Stones se presentarían en Japón por alguna razón lo relajaba muchísimo, y este hecho Mick se lo atribuyó al no tener que cargar con toda la presión de dar un espectáculo memorable e inigualable tan solo con el y su grupo, al menos ahora una parte de el se había librado de esa presión constante de darle al público lo que exigieran, al menos ahora, por más horrible y egoísta que sonara, podía estar tranquilo pensando que la prensa no lo acabaría solo a él tras el primer error, al menos ahora la atención iría en gran parte hacia Jones, ¿cierto?