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—¿Listo para ir a la casa de Anna Frank?.

Saku sonaba Super entusiasmada.
Yo personalmente prefería mantenerme lejos de todo lo que se considerara, lacrimógeno o demasiado emotivo.

Algo asi cómo un método de defensa. De hecho, levantar esas murallas emocionales en cuanto a las cosas tristes me servía mucho.
Tenía que ser un maldito, no podía ponerme sensible cada vez que una modelo lloraba en mi oficina porque no era elegida para un comercial.

No me gusta llorar, ni quebrarme fácil y requiere mucho control de mi parte mantenerme fuerte todo el tiempo, pero funciona. Ser un maldito temprano de hielo sin demostrar muchas emociones me mantiene tranquilo.

Claro que toda esta situación con Saku se volvió una completa mierda. Sentirme atraído por ella no esta bién.
Aunque Naruto o mi família opinen lo contrario. Ella es mi mejor amiga. Es toda la luz que existe a mi al rededor, no podría dañarla. Y en estos momentos, cuando acabo de  salir de un matrimonio de mierda, empezar una nueva relación no esta en mis planes.

Aún teníamos algunos tours por completar y ver la casa de la niña alemana con ascendencia judía, autora del famoso diario que tras la Segunda Guerra Mundial conmovió a millones de personas alrededor del mundo estaba incluído. Casi saltaba de emoción... ¿A quién engaño? Esta seria la última vez que dejaba a Saku elegir destino y tours.

Personalmente deseaba visitar el maldito Barrio Rojo, pero  mi molestia estaba deseosa de ver el  lugar donde Anna Frank se ocultó de los nazis con su familia y otras cuatro personas.

Como era de suponer, la visita guiada, fue de lo más depresiva.
Saku lloro de emoción todo el tiempo, cada mujer en ese tour y hasta los hombres lloraban al oir los padecimientos de la niña y rayos tenia un horrible nudo en mi garganta no podía manejar tantas emociones a mi alrededor, sólo queria hacer un desagradable chiste y escapar de ahí. Por alguna razón ver a mi molestia tan sensible me estrujaba el pecho.

Desde nuestro "momento" en la posada, las cosas estaban algo raras. Ella me veía de manera extraña.
Y sentía una vibra entre nosotros que no podía explicar.

Parecía que acabará de descubrír que yo era un hombre, con todo el paquete incluido.

Empezó a portarse tontamente femenina.
Yo adoraba la Saku natural, que decía lo que pensaba sin pensar demasiado en lo que decía, que tropezaba delante de miles de personas y estallaba a reir sin un apice de vergüenza, que podía salir con una mujer o con un hombre indistintamente y se sentía orgullosa de ser quién era, que se embriagaba y dormía en mi bañera con parte de su ropa vomitada, quería a la Saku que no tenía las mejillas rojas todo el condenado tiempo, que no titubeaba a la hora de hablar, cómo  si de pronto no supiera como comportarse conmigo.

Esa noche después de cenar y movernos cada uno a su habitación, me encontraba inquieto, una parte de mi necesitaba ir a golpear su habitación, sacarla de ahí y arrastrarla hasta mi cama. Pegar mi cuerpo al suyo y dejar que el monstruo entre mis piernas finalmente obtuviera lo que deseaba.

Sin embargo, me había jurado no lastimar a Saku. Aaleje esos pensamientos de mi mente y baje al bar del hotel. Una presiosa Holandesa luciendo un vestido negro pegado al cuerpo, con el escote más insinuante que jamás había visto, fue la distracción perfecta, decidí descargar la tensión que tenía.
La invite un trago y luego a mi habitación.
Ella sabia complacerme y me libere de todo el peso que me acosaba, mental y físicamente.
Bebimos y tuvimos varias rondas de sexo, realmente necesitaba descargarme. Nunca había sido del tipo de citas casuales. Pero no se me daba nada mal a la hora de ligar. Y esta rubia puso las cosas muy fáciles para mi esa noche. El sexo sin compromisos cumplió su objetivo.
Mi cerebro ahora funcionaba mil veces mejor sin la presión constante de mis pelotas.

Se fue temprano por la mañana.
Y yo jodidamente había olvidado que visitariamos plaza Leidseplein un lugar repleto de diversos artistas callejeros que presentan sus obras y creaciones. Los músicos y malabaristas conviven, presumiendo sus talentos para el deleite de los visitantes. El lugar ideal para que mi molestia me hiciera comprar ridículas artesanías que terminaban en mi oficina.

Cuando abri la puerta y mi sexi compañera nocturna se iba, Saku se quedó congelada, con su rostro serio, mirando fijamente a la rubia que me despedía con un ardiente beso.

Nuestras miradas se encontraron, sus ojos parecían brillar más de lo normal y ella forzó una sonrisa.

Tuve un deja vu...

Ya había visto esa mirada en sus ojos, especificamente el día que anuncié mi matrimonio con Karin. Salvó que esa vez no forzó ninguna sonrisa, y me dijo que estaba completamente loco.
Luego lloró, según ella de rabia,  porque yo era un completo estúpido a punto de arruinar mi vida, Naruto intercedió en ese momento, y después de dos meses sin hablar volvimos a ser amigos. Nunca me había cuestionado su reacción hasta este momento, cuando sus ojos volvieron a verme con esa misma rabia.

—¡Sus pechos eran falsos, a mi no me engaña!— dijo por lo bajo, fingiendo una complicidad que antes teníamos de manera mas natural y ahora se sentía muy forzada.

—Te habrían gustado de todas formas, eran grandes— movi mis cejas y manos simulando que los agarraba en el aire.— se río, pero ocultó su mirada. Y todos mis sentidos me ponían alerta. Algo no estaba bien entre nosotros. Podía sentir esa comezón bajo la piel.

—No vas a escapar del paseo Sasuke. ¡Date prisa, quiero ir a desayunar pronto nene!

Entramos en mi habitación y se sentó en el balcón, contrario a lo que siempre hacía, que era saltar a mi cama, juraría que la vi frotar sus mejillas con la manga de su sweter.  Pero aunque mi cuerpo picaba por acercarme a ella, sólo me deslicé en silenció al baño, me cerré, como lo hago siempre, no sabía lo que nos pasaba, pero no éramos los mismos y me empezaba a doler.

Necesitaba que nos divirtieramos como antes.
Quería a mi mejor amiga.
Deseaba la mujer que era, admiraba su fuerza y su personalidad.
¿Por qué me costaba tanto entender mis propios sentimientos?
¿Por qué me sentía tan confundido sobre ella y nosotros? 
Una presión punzando en mi pecho.
Mi propia voz profunda, repitiendo "No la lastimes" "es tu mejor amiga", como si necesitara que me lo recordaran permanentemente.

Ignoré cada pregunta que azotó mi mente durante la ducha.
Me vestí y salí en su busqueda.
Seguía mirando fijo a la nada.
¿qué pasaba por su cabeza?

—¡Vamos molestia! plaza Leidseplein y una pila de artistas nos espera.

—¡Si! ¡Quiero comprar muchas cosas que no necesito! — dijo riendo.

— Estoy seguro de eso nena. — tome su brazo y lo colgué del mio.

Podía hacer esto, haría lo que fuera por ella, sobre todo mantener al monstruo en mis pantalones. Ella merece algo mejor. No estoy listo para otra pareja.
Empecé a repetirme como un maldito mantra.


🤗🤗🤗

ClaudiaPatriciaReye9 gracias preciosa por tu ayuda, aveces necesito consejo y me sirvió un montón que leeas lo que te envié. ❤
Espero que el capítulo les guste.

Besitos húmedos
👑Reina Arcoíris 🌈

"Vuelvo a la andadas" [songfic +18- Sasusaku] CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora