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Te rendiste y volviste a tu pueblo, a tu lugar.
Estar solo en una ciudad grande no era para ti.
Así que te vi partir.
Me hiciste a un lado por primera pero no última vez.
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Coincidir. © [EDITANDO]
Nouvelles«Entonces, su hablar era etéreo y los demonios se desvanecían; descubrí que lo amaba.» Ella adoraba el silencio. Él era ruidoso. Ella necesitaba respirar. Él era oxígeno. Ella quería estar sola, dejar de sentir. Él deseaba amar y sentirse amado. Ell...
Cuarenta y tres.
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Te rendiste y volviste a tu pueblo, a tu lugar.
Estar solo en una ciudad grande no era para ti.
Así que te vi partir.
Me hiciste a un lado por primera pero no última vez.