La vida de un chico malo.

Capítulo 3: Compañeros.

Revisé como por décima vez la hoja en donde estaba mi horario,  definitivamente está era mi primera clase,  mire la puerta en donde había un cartel en el cual se leía "filosofía 1- Señor Miller".  Entré y lo primero con lo que me encontré fue con un pequeño salón lleno de personas de mi edad,  chicos y chicas, las chicas eran muy guapas y varias me miraban enbobadas, me senté en el último asiento y un par de minutos después entró el que debía ser el señor Miller,  tomó asiento sobre su escritorio y nos miro a todos fijamente.

-Buenos días,  Jóvenes.  Yo soy el señor Miller y les voy a dar esta clase. Espero que logremos llevarnos bien y que no sólo aprueben este ramo,  sino que aprendan algo que los acompañe toda la vida. Bien,  lo primero que haré será pasar lista para conocer sus nombres. Jessica pharrel?  -Preguntó mirando por todo el salón.

-Presente- respondió una chica muy guapa sentada en la primera fila.

-Evan Collins?

-Presente- respondí,  varios se giraron y me miraron. Probablemente habían oído de mí y mi reputación.

El señor Miller continuó así hasta que ya casi todos habían respondido- Tessa Adams?- Pregunto,  pero esta vez nadie dijo nada- Tessa Adams?- repitió el señor Miller al mismo tiempo que la puerta se abría ruidosamente,  en la puerta apareció una chica muy guapa y me bastó con mirarla un segundo para saber que era la misma chica a la que casi atropello ayer y la misma con la que choqué está mañana.

-Presente- respondió la chica ojos de tormenta mientras jadeaba. 

-Señorita Tessa, pase por favor solo nos faltaba usted.  Espero que el resto del semestre sea puntual con la llegada a mis clases- comentó el señor Miller. Ella asintió y entró en busca de un asiento, segundos después el señor comenzó con una introducción a la filosofía que duró aproximadamente dos horas.

-...Y por último les voy a dejar un pequeño trabajo en parejas para la próxima clase.  Cómo es la primera vez los dejaré escoger pareja,  cuando ya tengan a su pareja vengan a mi escritorio a retirar el documento que tendrán que responder y luego pueden irse.

Me levanté para buscar una pareja para hacer el trabajo,  pero todas las chicas guapas ya tenían pareja, bueno o casi todas...

-Hey,  Tessa verdad?- pregunté cuando llegué junto a su asiento.

-Si,  y tú eres?

-Evan,  mm me preguntaba si querías hacer el trabajo conmigo,  digo eres la única de aquí a la que conozco y pensé que quizá...

-No me conoces,  Evan.  Solo que ayer casi me atropellas y hoy me tiraste al piso.- Me interrumpió.

-Lo de anoche fue tu culpa, tu ibas cruzando por donde no debías y lo de hoy fue un accidente - respondí. Ella río y se puso de pie.

-Bien, hagamos ese trabajo juntos. -Caminamos hasta el escritorio del señor Miller dónde nos entregó una carpeta y luego salimos al pasillo.

-Tenemos tres días para hacer el trabajo, creo que podríamos hacerlo después de la última clase- comentó Tessa mientras caminábamos por el pasillo.

-Podríamos hacerlo después de la última clase?- pregunté divertido- Que desafortunado juego de palabras.

-Me refería al trabajo, idiota- respondió.

-Claro,  lo que digas- reí.

-Bien,  entonces cuando quieres hacerlo?- Preguntó

-Contigo, cuando sea -respondí.

-Hablo del trabajo, imbécil!. Cuando quieres hacer el trabajo?

-Te parece si mañana por la tarde vas a mi casa?- pregunté

-A todas las llevas con esa excusa a tu casa?- Preguntó miéntras reía.

-Claro que no, es solo por el trabajo - respondí.

-Está bien, iré a tu casa mañana por la tarde.

Le entregué un pequeño papel dónde había escrito mi dirección y luego ella se fue por el pasillo. Y yo fui a mi segunda clase.

El día se me había pasado muy rápido, solo había tenido 3 clases y podía decir que me encantaba la universidad. Caminé por el largo pasillo en dirección al estacionamiento y me encontré con una chica muy guapa que vestía provocativamente y que entregaba bolantes,  me entregó uno no sin antes guiñarme un ojo.

Me fui a casa y al llegar encontré a Daemon jugando play station en el living. Mi intención era subir y descansar un rato para tener sufuciente energía para esta tarde, pero Daemon no pensaba igual y me llamo para jugar con él.

-Y cómo fue tu primer día de universitario?- Preguntó Daemon mientras le disparaba incontables veces  a un hombre en el juego.

-Bastante bien,  casi llegó tarde por chocar con una chica,  pero...

-Chocaste con una chica? Era guapa?- interrumpió.

-Si, la verdad si.  Se llama Tessa y mañana en la tarde vendrá a hacer un trabajo.-respondí.

-Es tu nueva conquista?

-Dudo que ella sea de las chicas que se dejan conquistar- comenté.

-Y cuando alguna chica no se ha dejado conquistar por ti?

Reí,  Daemon conocía mi completo historial de mujeres y él siempre había tratado de hacerme sentar cabeza y tener alguna novia, él había estado conmigo en todos los momentos difíciles y era como mi hermano. Daemon era el único que conocía a la poca familia que me quedaba y que sabía todas las cosas que había hecho, pero él nunca me juzgó y al contrario me dio su apoyo.

-Quieres ir a tomar algo está noche?, podemos ir con los chicos a "delirium"- delirium era un club nocturno dónde acostumbraba a ir con mis amigos.

-No, no puedo.  Sabes que día es hoy- respondí.

-Creí que habías dejado todo eso, con lo de la universidad...

-No,  no puedo cambiar lo que soy Daemon.

-Sabes que es peligroso...

-Voy a morir de todas formas, o por las peleas o por Kyle.

-Evan, las peleas callejeras son peligrosas,  puedes morir y nadie jamás se enteraria porque ellos eliminarian toda la evidencia. Además no lo necesitas, Kyle nos paga bien y también trabajas en el taller.-respondió Kyle.

-Quizá no lo necesite económicamente,  pero es una forma de desahogarme,  además una vez dentro ya no puedes salir, eso lo sabes bien.

Daemon se quedó en silencio y yo me levanté y subí a mi habitación. Mi habitación era muy parecida a mi, estaba pintada de un azul oscuro y siempre estaba pulcramente ordenada, había un par de fotos colgadas,  algunas de Daemon y yo, otras de cuando yo era pequeño y una mía con Emilia, suspiré,  Emilia...

Negué con la cabeza y me recosté en mi cama, uno de los peores errores de mi vida fue meterme en las peleas callejeras. Tenía unos 15 años y esa era la única opción de obtener dinero, era un chico tonto y dispuesto a todo por su familia y no pensé en las consecuencias ni en lo que le estaba haciendo a mi vida.

Kyle había sido otro de mis grandes errores, a él lo odiaba desde el primer día,  tenía 17 y él llegó asiendose el amigable y ofreciendome una solución,  a pesar de que él era el verdadero causante de todos mis problemas.

Desperté un poco confundido, ¿En qué momento me había dormido? Vi la hora y había dormido alrededor de 2 horas. Aún tenía tiempo de darme una ducha e ir al club.

Después de darme una ducha y vestirme,  bajé y me encontré a Daemon esperándome. Vestía sus típicos jeans y su Chaqueta de cuero.

-Ya estas listo?- pregunto mientras caminaba hacia la puerta.

-Si, ya me voy- respondí.

-Bien, voy contigo.

-Qué?

-Que voy contigo, y no me vas a hacer cambiar de opinión.

Negué  con la cabeza y salí de casa seguido de Daemon .