CAPÍTULO 2

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(Hay lineas/ palabras que estan en cursiva, esas palabras son lo que puensa ella de la situación).

Por más que investigara en Internet, y leyera el libro una y otra vez; no servía de nada, no lo entendía.

Parecía como cuando leemos una novela en el instituto, y a la vez, como cuando sale una pitonisa en la televisión y dice el horóscopo de cada persona; en fin, algo extraño.

No podía evitar tener tanta curiosidad por saber que eran ese símbolo y ese libro.

Intentaba no decírselo a mis padres, ya que ya estaban bastante ocupados con la mudanza, el cambio de instituto y el trabajo.

Solo les pregunté cuál era la dirección y el número de teléfono de las personas que nos vendieron la casa, para salir un poco de casa y hacerle una visita.

Mis padres estuvieron encantados decírmelo y asombrados de que saliera de casa voluntariamente (siempre estaba encerrada en mi habitación, y tenían que obligarme a salir).

Así que fui, Toqué el timbre y enseguida abrieron la puerta

-Hola Zoey- dijo la mujer. ¿Como sabían que iba a ir?.

Empezamos a hablar:

Ella: ¿Quieres tomar algo?

Yo: No, gracias. ¿Puedo hacerle una pregunta Sra.Smith?

Ella: Por favor, llámame Clarise; y por supuesto, pregúntame lo que quieras.

Yo: De...acuerdo...em..., había pasado alguna cosa anteriormente en mi casa?

Ella: No lo sé, yo nunca he estado en tu casa.

Yo: Pero, em...¡ah vale!, usted se refiere a mi antigua casa, no, yo me refería a la que nos vendió usted, la que está en Wall Street n°19. ¿Se acuerda ahora?- Pensaba que me estaba vacilando o algo parecido. Para que iba a ir a su casa sino, para preguntarle algo sobre mi antigua casa a la cual ella nunca había ido...

Ella: Ah,sí, ya me acuerdo, ¿os habéis instalado ya?

Yo: Sí, bueno la casa está más o menos ordenada, pero ahora me tienen que inscribir en el instituto Walden, tenemos que conocer mejor la ciudad, y más cosas que aún nos quedan por hacer.

Ella: Si queréis podemos quedar algún día y os enseñamos la ciudad mi marido y yo.

Yo: Vale, estaría bien. Pero volviendo al tema de antes,¿pasó algo en mi nueva casa, la que nos vendió usted?

Ella: Mmm...que...yo...sepa...no...-le temblaba la voz.

Yo: ¡¿Por qué lo dice tartamudeando, qué pasó?!- Estaba asustada.

Ella: Nada nada, tranquila. ¿Por qué lo dices?

Yo: Esque el otro día, en mi habitación; la que está arriba, al fondo, a la izquierda; vi un símbolo.

Ella: ¿Zoey, estás bien?

Yo: ¿Qué?

Ella: Serán imaginaciones tuyas.

Yo: No, sí que lo vi, incluso encontré un libro en la biblioteca.

Ella: Alomejor ya estaba allí desde hace mucho tiempo.

Yo: Por eso he venido, para preguntarle si sabía algo del libro.

Ella: Bueno...em...

Yo: ¡Ah!, casi se me olvida.

Ella: ¿Qué pasa?

Yo: Me he traído el libro y una foto que hice del símbolo.

Ella: Ah...que...bien...-dijo murmurando.

Yo: Mire, aquí lo tengo.

El símbolo de la pared y el del libro son el mismo dibujo. Parece una espiral con un ojo en el centro y tiene muchas líneas alrededor.

Ella: Este símbolo...-solo dijo eso y se calló.

Yo: ¿Qué es?

Ella: Zoey necesito que te vayas.

Yo: ¿Por qué? ¿Qué pasa?

Ella: No puedo decírtelo.

Yo: Por favor, necesito saberlo.

Ella: Lo siento, pero no. Si quieres saberlo tendrás que averiguarlo por ti misma.

Yo: ¿Pero el qué?

Ella: Márchate.- Me llevó hasta la puerta.

Yo: Pero...

Ella: Adiós Zoey.-Me cerró la puerta en las narices.

Me fui a mi casa muy disgustada, enfadada e intrigada.

Nada más llegar, me subí a mi habitación y me leí el libro una y otra vez. De repente cayó una hoja suelta que estaba por el principio del libro. Decía:

Un día una mujer nacida en Gandia y un hombre nacido en Bord, tendrán dos hijas gemelas a las cuales, una pertenecerá a Gandia pero no lo sabrá, y otra a Bord y lo sabrá todo.
La gemela Bord, vivirá en Bord hasta los 16 años y luego podrá elegir dónde vivir. En cambio, la gemela de Gandia vivirá en el mundo real y no sabrán nada de Gandia y Bord hasta los 16 años que empezarán a pasarle cosas extrañas y tendrá que averiguar sola toda la verdad.

No sabía muy bien lo que ponía ya que era una letra muy pequeña y bastante confusa.

Lo poco que conseguí entender, no me lo creía por tres razones:

1°: Porque no tenía 16 años.

2°: Porque a mí nunca me pasaba nada interesante, y no iba a pasarme ahora.

3°: Porque no quería meterme en líos como cuando vi el símbolo; así que pasé.

GANDIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora