Solo pensamientos.

Craig.

Craig miraba su cuerpo reflejado en el espejo. Sus inseguridades eran inmensas, pero durante horas, días, meses y tal vez años de observarse solo las imperfecciones tomó una decisión que cambió su vida para siempre.
Él observó sus ojos, y se perdió en ellos. En su profundidad, en lo que contaban, se perdió en su alma. Conoció a su verdadero ser, solo viendo sus ojos. Entendió sus más grandes miedos, comprendió sus más simples sueños y luchó fuertemente contra el dolor intenso de las cortadas en su muñeca.
Comenzaban a sanar la tarde de verano en el 2016. Convivió tanto tiempo consigo mismo que apesar de la repugnancia que sentía por sí mismo por las noches, en las tardes se decía mirando sus ojos la belleza que estaba dentro de él. Fue entonces que dejó de verse a sí mismo y empezó a ver el mundo.
Al principio miraba atravez de la ventana, veía a sus vecinos pasear a sus mascotas mientras miraban el celular. A los padres perseguir a sus hijos por el parque que estaba cruzando la calle, veía a las parejas besarse en los columpios hasta que oscurecía y debían regresar a casa.
Poco a poco, salió de casa. Miraba a los mismos vecinos pasear a sus mascotas, pero no solo eso. Los saludaba diciendo: Que hermosa tarde la de hoy. Eso los obligaba a mirar los árboles mecerse por el viento y asentían guardando sus celulares. El resto del camino observaban a su alrededor.
Con el paso del tiempo dejó de ser un observador, empezó a actuar, a dejarse llevar. Fue una lástima que Craig muriera esa tarde de verano y su alma vagaba por el mundo haciendo lo que nunca pudo. Acompañando a almas desoladas enseñando la grandeza que él no pudo contemplar con esperanza.