Capítulo 4

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Mi cabeza me va a estallar cuando rozo la toalla caliente sobre el moretón en mi mejilla. Me estremezco cuando veo mi reflejo en el espejo. Mis ojos claros están rodeados por círculos negros. Mi cabeza está golpeteando, palpitando con cada parpadeo de mis ojos y el color de mi rostro fue drenado durante la noche.

"¿Tessa?" Mi madre golpea la puerta del baño.

Yo suspiro y tiro la toalla al lavabo. Hoy me desperté temprano, antes de que saliera el sol, para tener un pequeño rato para mí misma, pero mi madre obviamente tenía otros planes.

"Un momento, por favor." Abro la llave del agua y tomo asiento en el frío retrete. No sé qué está mal conmigo, o por qué me siento como si no quisiera estar cerca de mi madre o Noah en este momento. Me siento sofocada por algún motivo, como si ellos no me estuvieran dejando respirar. Sé que no es verdad, pero así me siento. Necesito más medicina, probablemente ese es el problema.

Cuando finalmente cierro el grifo y abro la puerta, mi madre está recostada en la pared.

"Oh, ¿no te duchaste?" Me pregunta, mirándome de pies a cabeza.

"No todavía." Mi voz es baja, rasposa y débil.

Tiro del deshilachado borde de mi usada camiseta y le digo incómoda mientras ella me juzga silenciosamente. "¿Hay algún motivo por el que necesite estar lista? Son apenas las ocho de la mañana."

"Sí, lo sé, pero hice planes para que almorcemos con los Porter en el nuevo restaurante de parrillada cruzando la ciudad. Ya sabes, se supone que es bastante bonito, entonces," ella finaliza la frase con otra mirada sobre mi cuerpo.

"Ya entendí." Suspiro y cierro la puerta. La ducha caliente me despierta y me relaja. Para cuando encuentro a mi madre en la cocina, he dominado mi cabello y lo he rizado, reposando sobre mis hombros y bajando por mi espalda. No suelo maquillarme, pero hoy tomé prestado corrector de la canasta de mi madre, para ayudarme a esconder los moretones que resultaron del accidente de la otra noche.

Mi vestido marrón ha sido planchado y he depilado mis piernas, mis cómodos zapatos son mi parte favorita de todo el outfit.

"Mucho, mucho mejor. ¿No se ve hermosa?" Mi madre se voltea hacia Noah, quien está sentado en la mesa, con una taza de té caliente entre sus manos. Nunca voy a entender cómo es posible que le desagrade el café, no tiene sentido en lo absoluto para mí.

"Sí, definitivamente." Noah me sonríe y se levanta para besar mi mejilla. Me recuesto en él, preguntándome si puede sentir lo pesado que está el aire, lo incómodo que se siente la energía en esta casa.

Les musito gracias y me sirvo una taza de café. Me tomo un momento y apoyo mis codos contra el lavabo de la cocina y miro hacia afuera. El sol ya salió, brillando fuerte en el cielo, permitiéndome estar de un mejor humor.

Tengo suerte de haber salido del auto con sólo unos cuantos moretones y raspones. Pudo haber sido mucho peor. Fue mucho peor para Jace, el conductor. Estaba en algo y me puso en peligro pero no puedo evitar preocuparme por él. ¿Estará bien? Espero que sí.

Los labios de Noah tocan mi mejilla y me doy cuenta que me ha estado hablando todo el rato. "Te veré en el restaurante." Me dice, sonriendo.

Sigue siendo muy temprano para el almuerzo, así que mi madre me arrastra a Macy's, su tienda favorita. Caminamos al departamento de mujeres, zapatos, de nuevo al de mujeres, arriba, abajo y arriba y abajo nuevamente. Mi madre me compra un latte para ayudar un poquito a mi dolor de cabeza y finjo una brillante sonrisa para ella.

Para cuando llegamos a nuestra reservación en el restaurante, los Porter ya están sentados, una botella de vino ya ha sido abierta y reposa en el balde de hielo en el centro de la mesa.

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⏰ Última actualización: Jul 29, 2016 ⏰

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