5 días para que su querida hija MoonYoung se fuera a estudiar fuera de Corea.
Cada día que pasaba, los recuerdos invadían sus 4 paredes y su hija no paraba de preguntar cosas respecto a su infancia.
Y con solo esos días, se dieron cuenta de la felic...
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JiSoo
Un día antes de que Moon se fuera, tanto Jennie y Chae como Bam y Kook, se quedaron en casa para pasar el rato.
Cada uno había traído algo de comida o ropa para regalarle, su bolso de mano será más comida que otra cosa y además, estoy segura de que deberemos pagar más por exceder el peso indicado.
Y por más que ellos lleguen a ser tan impredecibles, estaba agradecida que la amaran y que siempre lograran sacarle sonrisas, a pesar de que se han vueltos llorones por saber que se va.
Ese día no era la excepción.
Entre tantas risas y comida, BamBam empezó a decir que quería hacer un brindis. Se supone que no seríamos como las familias de las películas, pero aquí estamos, con un tailandés con vaso en mano y a nada de llorar.
—Rompo nuestra promesa solo por Moon y eso ya es mucho que decir, aunque soy malo para decir discursos, solo quiero que sepas, que cada una de las personas que está aquí, siente felicidad y orgullo, llegaste a nuestra vida, vimos como creciste y ahora estás a menos de 48 horas para irte. — En ese momento, dirigió su mirada a Young, quien probablemente, no sabe que sentir o a donde mirar. —Espero que te vaya de maravilla y que siempre cumplas lo que te propongas.—
Hubo un silencio, todos miraban a Bam como si fuese un loco que acaba de aparecer, hasta que la menor, empezó a reír y así se volvió una cadena.
—No puedo creer que lo hayas hecho.— Dijo Lisa entre risas.
—Me siento pésimo, pero no pude evitar hacerlo. — Bam se sentó junto a Kook, quien no paraba de reír por la cara de asco que había puesto su novio.
—Ahora sí, como nadie seguirá los pobres pasos de mi tío, ¿podemos comer? — Roseanne le confirmo. —No me mires así, tú mismo lo hiciste y caíste, pero te amo más solo por haberlo hecho.— Bam sonrió al escuchar eso, pues la estaba mirando mal por despreciar su acto de valentía.
Después de comer y que hayamos ambientado el lugar, cada quien se sentó y empezamos a hablar.
—Después del penoso acto de Bam, creo que si deberíamos decir algo, solo que no de esa manera. — Dijo Jennie, haciendo que el tailandés se sintiera mejor por recibir apoyo después de eso.
— ¿Podemos dejar este día como icónico por haber roto esa promesa?—
— ¿Qué tienen con eso? — Le contestó Moon a Jung, quien de una vez, se hizo el desentendido. —Creo que con eso fue suficiente, están comprometidos a explicarme. —
—No querrás saber exactamente qué fue lo que pasó, pero Jennie, como lo dijiste tú, ¿Por qué no empiezas? — Lisa esperó una respuesta, pero solo obtuvo silencio.
