El camino desde Boston al pueblo en donde se encontraba el amigo de Joel estaba lleno de maleza. Había recorrido toda la zona este del país de pies a cabeza. Desde New York hasta Texas. He sido testigo de cómo la naturaleza ha recobrado su antiguo lugar sobre el nuevo. Los raboles se extendían sobre las casas, crecían arbustos dentro de los edificios y lianas se entrelazaban entre ellas formando grandes extensiones donde pequeños insectos podían pasar. Recorrimos bosques, advirtiendo los peligros dentro de estos, las carreteras verdes y demás senderos iluminados por la luz del sol. Durante alguno de aquellos cuatro días nuestros encuentros con infectados fue mínimo. Sin embargo, era peligroso. En uno de estos casi vuelo la cabeza a Ellie tratando de salvarla de un chasqueador.
Joel se erguió sobre una roca, señalando el poblado abandonado.
Jo: Aquí es —dijo.
J y E: ¿Aquí es donde está tu amigo?
Advirtiendo esta acción los dos separamos las miradas. Ellie aún no me reconocía, no sabía si esta era una buena señal o alguna mala. Reímos un momento con lo sucedido y seguimos caminando. Los días recientes habíamos dialogado poco, tanto así que llegué a pensar que logró recordarme. Aunque esto no me asustaba, en absoluto, no quería perder la clase de tranquila amistad que formamos.
Volteé a ver su rostro. Ella pasó su mano por la nariz como un gesto que solía hacer en varias situaciones. Ellie sonrió en mi dirección y sentí como las orejas me ardieron un momento. La leve iluminación del atardecer combinaba esplendidamente con su rojizo cabello. Devolví el gesto de su rostro respondiendo de la misma manera. La joven, al notarlo, se ruborizó levemente.
Nos adentramos al bosque que conectaba con el pueblo. Todo se hallaba en tranquilidad, no había señales de infectados (aunque debía haberlos). Al pasar unos minutos, los alrededores comenzaron a iluminarse tenuemente con un amarillo verdoso en pequeñas cantidades, volando entorno a nosotros.
E: ¡Mira! —Señaló las luces voladoras —. Luciérnagas, luciérnagas de verdad.
J: Hay muchas cosas que la naturaleza brinda a nosotros.
Jo: Eso sonó filósofico, niño —mencionó.
J: Para nada —negué —. ¿Qué es eso? Un momento...
Detuve el paso y comencé a escalar un árbol cercano antes de entrar al pueblo. Desde allí habían secciones bloqueadas con barricadas en algunas partes, se veían cantidades esparcidas de infectados, sin embargo, en un entorno tranquilo.
J: Joel, veo bloqueos dentro del lugar —informé —. ¿De casualidad es tu amigo?
Jo: Probablemente. Sí, ese debe ser Bill.
E: Oigan, ¿de qué hablan? ¿Cuándo llegaste allá arriba, Julian? ¿Eres un mono humano? —Llamó desde abajo.
Bajé del árbol.
J: No soy un mono humano. Es más, un mono humano no puede existir, es prácticamente imposible.
E: Tal vez seas uno y ni siquiera lo sepas.
J: Sí, claroooo...
E: Ya sé, ¡tengo un chiste para animar las cosas! —Aplaudió —. ¿Por qué ascendieron al espantapájaros? ¡Porque era el mejor en su campo!
El anciano delante de nosotros soltó un gruñido en respuesta a la broma de Ellie. Parecía ser que los dos estabamos de acuerdo en que aquella bufonada no era del todo en nuestro agrado. Ante esto, más para que Ellie no estuviese riendo sola mientras nos adentrabamos en la ciudad, solté una risa forzada. «Aún tiene ese malo sentido del humor», pensé.
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Porque Me Enamoré De Ti - Fanfic The Last Of Us [EDITANDO]
FanfictionJulian es un chico de catorce años que le fue asignada la misión de escoltar a distancia como francotirador, a Ellie una chica de la misma edad de el que parece que es inmune a la mordedura de los infectados, que fue asignada al cuidado de Joel y Te...