el genio y el emperador

Capitulo 7

Algo ha cambiado en el emperador.

Si se atrevían a mirarlo, se darían cuenta de que sus ojos habían cambiado. Cuando los miraban antes eran insensibles y extraños, pero ahora hay tantas cosas que no se podían deducir con solo verlos.

Aunque muchos no conocían a Heun, el palacio Taewoong fue molestado dos o tres veces desde que fue envenenado. No se podía ignorar el hecho de que el cuello de la concubina Bangui casi fue cortado, y no deberían hacer caso omiso a que el artesano Tae-gam Wijeong fuera expulsado. Como resultado, todas las criadas que pertenecían a la concubina fueron trasladadas a una afiliación externa.

Se dijo que Hyebi, conocida como la más hermosa de las concubinas de Yukwon, se arrodillo todo el día frente a Gang Hwajeon esperando ver a el emperador.

De esta manera, se dijo que las concubinas se reunieron en el patio delantero de Gyotaejeon, junto al palacio Gangnyeong para tomar un poco de viento con una excusa cada mañana para un servicio conmemorativo.

Cuando esto llegó a los oídos del emperador, solo dijo.

"Si quieren hacerlo, hazlo"

Al día siguiente, los medios extranjeros estaban infestados. Tras la afirmación de que es válido que una concubina sea tratada como pecador solo por un invitado, la cuestión de que si es bueno para un invitado esclavo masculino estar en asuntos internos fue rechazada por Jaryung quien se negó a tener un tribunal para debatirlo.

Esto se había convertido en un problema de larga duración para el Gyotaejeon que había estado vacío durante varios años.

Dentro y fuera del palacio era ruidoso dia tras dia.

Las concubinas esta vez pidieron ayuda a sus padres y llamaron a chamanes y adivinos. El camino de la prosperidad perdería su lugar si la atención del emperador estaba en un solo lugar y una adivinación similar le dio seguimiento, que al final se convertiría en la una blasfemia para la familia real si continuaban así.

En medio de todo eso, los ojos de Heun se abrieron después de un tiempo, al instante pudo adivinar lo que había sucedido en el tiempo que estuvo inconsciente por la mirada que le daban todos.

Incluso por la mañana, la mesa cambió y SanSeong Tae-gam tomó una aguja de plata para verificar cada alimento que le servían. No importaba cuantos días hubiera pasado desde el envenenamiento, era una historia que todos recordarán.

Entonces, la intención del emperador era demasiado descarada para decir que si no quería volver a ser envenenado, debía poner sus ojos sobre él. Afortunadamente, sólo había un platillo para comer. Si hubiera creado una comida como a los otros invitados, Sanseong Tae-gam podría haberse quedado todo el día en el palacio Lee Yang.

Yeo Heun se rio amargamente, sin saberlo, al ver que Sangseong Tae-Gam, que tenía la cara amarilla de preocupación todo el tiempo, mientras vaciaba el cuenco de gachas a la mitad.

El hombre abrió la boca cuando su mano que sostenía la cuchara temblaba, bajo después de probarla y soltó un suspiro de alivio cada vez que lo tragaba. Lo mismo sucedía no solo con él, sino también con la criada a su lado.

Esto no era diferente de ninguna manera a lo que haría Wonje. siempre que algo sucedía, Wonje aumentaba las personas para vigilarlo y con el tiempo, atar sus manos y pies.

Cuanto más lo hacía, más complicados eran los ojos que lo miraban. Ese tipo de miradas no eran nuevas para él, porque en su otra vida estaba harto de esas miradas.

Una cosa extraña fue que había alguien que era sincero con él.

"¡Cortesano! ¡Cortesano!"