Prologo: Vine para salvarlas.

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Hola queridos lectores, esta historia sea un poco diferente de las otras. En primera las familias de Orario van a tener roles diferentes, esto va a pasar en otro reino y en Rakia, porque creo que se deberían explorar otros lugares y no solo quedarse en la ciudad. Esto se basa en que Rakia logro vencer a los aventureros de todo el mundo, y las grandes familias ahora o son esclavas de Ares, o están dispersas por el mundo buscando una oportunidad de contraatacar, pero por ahora no quiero dar mas detalles por ahora.

Para los que se lo pregunten, esto va a tener Limonada, pero no mucha ya que quiero desarrollar la historia, habrá momentos suculentos pero solos cuando sea el momento, ya que no quiero pasarme con eso, pero si quieren más están mis otros trabajos que nutren el espíritu con las palabras del altísimo, me disculpo si algún cristiano esta leyendo esto, como tarea para su catecismo, no es que crea que les gusta leer porno barato. Empezamos.

La riqueza y la gloria, el dolor y la tragedia, todo eso nace de la guerra. Esclavos son todos aquellos que no tuvieron la fuerza suficiente para defenderse, y llevar cadenas el resto de su vida es el único destino que les queda. Con sus cuerpo heridos y sus almas devastadas, han perdido la voluntad de ir en busca de su libertad por el miedo de que aquel sangrienta campo de batalla los vuelva a encontrar, y que esta vez no puedan escapar de el.

Cuando los dioses dejaron el cielo, según sus propias palabras para divertirse y ayudar a la humanidad, la guerra dejo de ser el titulo de una calamidad, para volverse un hombre, ahora la guerra tenia rostro, voz, y el poder para llevarla a cada rincón del mundo. Vivir una buena eternidad para ese sujeto, era vivir una eternidad de matanza y destrucción. Ares había llegado, pero no lo hizo solo, Fobos y Deimos quienes en el cielo eran sus compañeros en las interminables batallas contra la diosa Athenea, ahora se hacían llamar sus hijos.

Como si esto se tratara de un juego de ajedrez, cada uno tomo un reino y sin ninguna explicación, esas personas obedecieron. Athenea jamás pensó que la humanidad podía llegar a ser tan tonta, y jamás llevo a otros a sus batallas, pero Ares fue diferente. 100,000 guerreros de diferentes razas llenaban las filas de sus legiones, y la diosa y los pocos dioses que siempre estaban a su lado no pudieron hacer nada.

Los pocos que lograron salvarse se rindieron y se unieron a las filas de Ares, se escondieron en Orario, o volvieron al cielo, porque de enfrentarse a la personificación de la guerra, solo les esperaba la muerte. Eran inmortales y el tiempo jamás los llevaría a la tumba, pero Ares encontró una forma de matarlo, una espada maldita fabricada un herreros mágicos, y ahora nadie se atreve a levantar la cabeza en presencia del dios de la guerra.

Orario jamás se convirtió en la ciudad de los aventureros, ya que ahora era llamada la segunda Valua, la segunda capital de reino de Rakia. Quizás hubiera algunos que lo hubieran detenido si los dioses usaban a los niños humanos como sus armas, pero ahora ya era demasiado tarde, y los pocos que intentaban hacer algo, no encontraba a suficientes valientes para aceptar el reto.

Los ejércitos avanzan, filas interminables de hombre acorazados que hacen temblar la tierra a su paso, los bosques arden, las murallas de las ciudades caen y los habitantes de esta son arrastrados para convertirlos en sirvientes hasta sus muertes. La mujeres se asustan al ver como les arrancan las ropas, y luego son violadas para entretener a sus nuevos amos. Si fruto de ese atroz acto nacía un niño, era arrebatado de las manos de sus madres a corta edad si demostraba ser fuerte, y si era una niña sufriría el mismo destino de su madre, siendo una maquina para crear mas guerreros que se unirían al ejercito y expandir hasta el ultimo lugar del mundo, el imperio.

El reino de las amazonas termino en ruinas, pero a diferencia de lo que se decía, ellas no aceptaban esa derrota. No fue la fuerza de esos hombres lo que las venció, fueron armas poderosas que ellos solo llevaban encima, y grandes maquinas de guerra que destruyeron su ciudad, no aceptarían esa derrota antes cobardes, pero tuvieron que bajar la mirada, y ser pacientes para que algún día pudieran cobrar venganza.

Bell Cranel. El Señor de la Guerra [Cancelada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora