Parte 2: Azami

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Uhhhh..

-¿Como es posible que el frío sea tan frío?, lo odio, lo odio mucho. -Me movía con pucheros dramáticos alrededor de Namjoon mientras el seguía caminando con media cara enfundada en su bufanda negra, como su alma.

-Creo que ya estas delirando. El frío es frío, ¿que esperas?.

-¿Quién le puso frío al frío?, y si le pusieran calor al frío, y frío al calor. Imagínate, ¡que calor hace!, pero no por el sol, es porque ahora el calor es frío. ¿Si me comprendes?, porque no ponerle un mejor nombre al frío... Como Mugu, Mugu suena mas calientito, esponjadito, y adorable, eso quería mucho mejor que la palabra cortante, sin chiste y fea como el frío.

-Eso es peor que tus dudas existenciales a las tres de la madrugada.

Pasamos el estacionamiento del campus y ambos seguimos caminando con nuestras manos y cuerpos debajo de nuestras chamarras. Yo solo sonreí. Las dudas existenciales eran lo mejor de las madrugadas.

Como esa de sí existimos o no. Y si en realidad no existimos. Y si en realidad somos el producto de algo, la imaginación de alguien, pero en realidad no existe nada de esto. No existe la tierra, el universo, nosotros, los animales, no existe nada
No existe el dolor. Todo es mentira, una mentira creada por alguien más.

Tal vez sea Dios.

O tal vez no...

Tal vez es algo que no sabemos. Ni tu ni yo, y jamás vamos a saber. Tal vez, nosotros somos los muñecos siendo manejados por titiriteros....

-Aparte -prosigio Namjoon sacándome de mis pensamientos de golpe. Me miraba raro. -Tu le quieres llamar Mugu a todo. El gato que adoptaste se llama Mugu. Tu oso de peluche preferido, se llama Mugu. Hasta le dijiste a tu hermano que le pusiera a tu sobrino Mugu. Amas esa palabra, Azami.

-¡Porque es una palabra genial!, aceptalo. -lo señale y el solo negó con la cabeza harto de mi.

Entramos al edifico de artes y ambos ahí nos teníamos que separar. Nos detuvimos a lado de las escaleras, las de la izquierda eran las mías. Facultad de Bellas Artes, las de la derecha, las suyas, facultad de música.

-En la cafetería nos encontramos, ¿vale?. Así desayunamos algo, no comí nada esta mañana.

-Muy apenas te pusiste de pie para venir. Nos vemos en un rato. -Se despidió de mi con un gesto en la mano.

Empecé a subir las escaleras directo a mi salón del segundo curso. Segundo semestre, primer año terminado. Primero de los cuatro años que tenía que pasar antes de tener una vida profesional. Llevaba conmigo mi mochila y una de esas grandes bolsas de basura para basureros. Iba a recoger aparte las obras finales en el salón Blanco. Se le llama así porque repleto de color el maldito salón es una feria de arte en pared, en piso, hasta en techo. Amaba el salón blanco. Cada semestre lo pintaban de vuelta de color blanco, y cada semestre iba a tocar a los estudiantes renovarlo de color, grafito, pintura de acuarela, acrílica, de todo tipo de materiales.

Doble en la esquina del primer pasillo del salón golpeandome el hombro con alguien. Ouch.

No me caí, el tampoco se cayó. Solo nos golpeamos tan duro que ambos tuvimos que dar varios pasos hacia atrás y hacer muecas de dolor.

-Lo lamento yo...

-Cuidado por donde vas, niña. -Miraba sus zapatos, negros, bien boleados, bien limpios. Seguro no es de esta facultad, nadie que use zapatos de vestir, pantalón negro de vestir y un abrigo caro, puede estar en esta facultad paseándose como si nada. No porque no tengan un estilo igual, si no porque es bastante y cuando digo bastante. Es bastante. Peligro irse por aquí cuando la pintura corre más que el aire, las manualidades, las personas y el bullicio. No terminas limpio de una clase. A menos que sea teórica.

Behind You ~ Kim Taehyung. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora