Carta de Mamá

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El amor en general es como una flor. Cuando la cuidas, la riegas y le permites recibir los rayos del sol, florece. Sin embargo, hay flores que por más que te tomes el tiempo de cuidarlas con mucho amor se marchitan.

En algunas ocasiones nos dirigimos con tantas ganas a luchar por eso que tanto anhelamos que creemos que ya lo tenemos asegurado y no es así, no siempre va a resultar como lo esperamos. Eso es lo que tenemos que tener siempre presente, tenemos que recordar que no siempre que cuidemos con mucho esmero una relación va a funcionar.

Al lado de alguien podemos vivir momentos maravillosos, merecedores de ser enmarcados para que nunca sean olvidados. Por esta razón nos aferramos a la compañía de aquella persona que alguna vez nos hizo feliz, porque no aceptamos que a veces para ser feliz tenemos que dejar ir.

No siempre lo que creamos que es correcto nos hará feliz, es lo que Dios nos depare. Puede que durante una ruptura no lo entendamos, que pensemos que la vida se está equivocando y nos está quitando algo "esencial" para vivir, pero vendrán momentos y personas que mantendrán en nuestro rostro aún más grandes sonrisas.

Los más duros desafíos hacen presencia cuando no estamos preparados, porque la forma en que afrontamos aquellos difíciles momentos definen quien somos y cuan listos para alcanzar el éxito personal estamos.

Aunque no siempre este a tu lado, mi amor por ti seguirá floreciendo como cuando te ví por primera vez.

M.G.M

Conceptos de la vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora