La ignorancia

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Estaba un señor en un bar bebiendo una cerveza cuando llega un joven y se sienta a su lado. El señor y el joven empezaron a conversar después de que se dijeran sus nombres y otras cosas comunes que expresamos cuando conocemos a alguien. 

—¿Ves esta cerveza?— le pregunta el mayor al menor. 

—Sí, claro que la veo. 

—Esta deliciosa cerveza me hace mucho daño a mi edad, ¿sabes? — confiesa con una ligera tristeza. 

—¿Por qué aún sabiendo que le hace daño la consume entonces? 

—Porque muchas veces lo que nos hace daño es lo que más nos gusta. No importan las consecuencias cuando nos gusta algo o alguien en demasía, ignoramos las advertencias y continuamos bebiendo esa cerveza o continuamos al lado de él o ella que tanto daño nos hace— dijo esto con una sonrisa plasmada en su rostro. 

—Señor sus palabras son muy sabías, pero su accionar muy ignorante— le dijo mientras reía. 

Cuando suceden cosas malas que nos afectan sabemos el motivo que lo desencadenó, porque somos nosotros mismos quienes accionamos incorrectamente, pero continuamos haciéndonos los ignorantes, es decir, nos cegamos con cosas malas disfrazadas de seda blanca. 


M.G.M

Conceptos de la vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora