telepathy ♡ kookv - jimsu.

III

—Gracias Yoonie, te debo una.

—Es lo mínimo que puedo hacer por ti, JiMin. —mencionó el rubio—. Ya sabes, a la primera que te llame es cuando debes devolverte de inmediato. No creo que consiga distraer a Roseanne por mucho tiempo.

"Quién no se distraería por toda la vida con tu carita hermosa". TaeHyung suspiró al escuchar la voz del enamorado, suficiente ya tenía con todas las emociones que no podía controlar su par y por ende, le afectaban a él.

—En serio que te lo agradezco. —le sonrió para bajarse del auto.

"¡Despídete de un beso, idiota! Nunca me voy de su lado sin besarle su preciosa mejilla, lo harás entristecer". Las ganas de Kim por silenciar a la voz que escuchaba no faltaban, pero de todas maneras le hizo caso, se volteó para besar el lugar que le fue indicado, recibiendo una sonrisa por parte del pequeño chico. Sintió como el cuerpo entraba en un colapso y maldijo a Park.

"Maldición JiMin, contrólate, me haces sentir incómodo", le respondió mentalmente.

"¡¿Crees que si pudiese controlarme estaríamos pasando por esto?! Imposible. Totalmente imposible controlarse con Min Yoongi. ¿Acaso lo viste? No, no viste suficientemente bien como para apreciar su belleza". El chico se resignó, era imposible ganar contra las palabras de una persona cegada por el amor.

Había pasado una semana desde que eran conscientes del otro, se quejaban de los dolores que les provocaban las lesiones de JiMin después del accidente y también compartían más sobre sus vidas íntimas.

Los ejercicios de respiración y el hielo habían ayudado mucho, al punto en que el doctor Jung autorizó el alta para seguir haciendo su vida cotidiana a medias, ya que el menor de la familia tenía estrictamente prohibido retomar sus clases de danza hasta que no sanase por completo. Los dolores pudieron disminuir, pero no desaparecer. De todas maneras, eso no evitó la felicidad de Kim, les quedaba poco tiempo para buscar una solución, solo que parecía imposible apresurarse por el inconveniente de la familia Park.
Era imposible salir de la casa sin tener el alta y aunque lo tuviesen, seguía siendo una tarea compleja. Por eso, de manera vergonzosa e incómoda para uno de los que se hallaba en aquel cuerpo, tuvieron que pedir la ayuda de YoonGi.

Ahora se encontraban frente a la clínica de los Kim, confiando plenamente en poder escabullirse por todos lados gracias a la memoria de TaeHyung, por haber pasado la mayor parte de su vida dentro. Necesitaban encontrar información de utilidad o intentar acercarse a uno de los hermanos mayores del usurpador.

"Está bien Tae, no estés nervioso. Estoy aquí contigo también". El susodicho agradeció internamente a las palabras de su compañero. "Después de todo, estás en un cuerpo de un hombre guapísimo. Deberías aprovechar esta fachada mía", se pudo reír con sus palabras y quiso retractarse de sus agradecimientos, pero la gracia que le había causado ayudó con sus nervios.

El chico que tenía el control principal movió su cuerpo al interior de la clínica, topándose con la decoración lujosa de esta. Saludó a los guardias y se dirigió a las escaleras, tenía que hacer ese sacrificio aunque le provocase a los dos pequeñas punzadas en las zonas dañadas. Recordaba que en el quinto piso estaban las salas lujosas de los pacientes especiales y también las oficinas del directorio de la clínica en la que debían hallarse sus hermanos o uno de ellos, dependiendo de su agenda del día.

"Esto es impresionante. Hasta las escaleras parecen decirme en toda la cara que cuestan más de lo que ganaré en la vida", escuchó mencionar en su interior.

"Este tipo de extravagancias sin valor son las que ridículamente atraen a clientes adinerados", le respondió el otro con simpleza.