Y aquí estoy de vuelta, sentado frente a la pequeña pantalla de mi laptop, con un brillo tan bajo que apenas puede iluminar el teclado, sentado entre las cuatro vacías y largas paredes coloración tristeza con un techo color pureza, el cual por la poca intensidad de la luz se puede percibir en tonalidades de muerte.
No existe ruido alguno, tan sólo el extremo silencio que sacude mi subconsciente, lo único que se alcanza a escuchar son mis pequeñas respiraciones, acompañadas de mis débiles sollozos que se pierden al rebotar con el eco de las paredes.
Miro a mi alrededor para encontrar algo en que distraer mi alterada mente, pero no importa en qué rincón o espacio coloque mi mirada, lo único que puedo percibir es soledad, como si la vida no tuviera nada más que ofrecerme, como si me estuviera gritando que ese es mi destino y no puedo hacer nada para cambiarlo e incluso si lo llegase a intentar, no sería nada más que un gran fracaso.
¿Alguna vez se han sentido insuficientes consigo mismos? Porque así es como me siento en estos momentos, aposté todo a una ruleta y perdí la partida, alejé a aquellos que solían amarme, lastimé a los que sólo querían ayudarme y no conforme destruí a quien más me amaba, a mí mismo.
Solía preguntarme porqué las cosas tenían que suceder de ese modo, quería encontrar la respuesta a todas mis acciones y principalmente a mis emociones, pero por más que enfatizaba en encontrar algún reparo, no hacía más que tergiversar.
Cuando era pequeño siempre fui juzgado por mis gustos y apariencia, sólo podía compaginar con aquellos que eran excluidos como yo, conocí la verdadera naturaleza del ser humano, su desarrollo y comportamiento en la estructura social. Entendí que mi fortuna era estar solo y no conforme con la iniquidad, desarrollé un sistema de autodefensa emocional.
Solía preguntarme si esta era mi suerte, si acaso mi fin era encontrarme vacío y sin esperanzas en esta terrible oscuridad que he llamado soledad; pero hoy me doy cuenta que es así, y con bastante resignación y tristeza en mi sentir, he decidido abrazar mi destino.
Y aquí estoy de vuelta, sentado frente al pequeño monitor, en la abrumadora habitación de color pena, dejándome carcomer por todas aquellas melancólicas tonalidades que tormenta a mi subconsciente, sin nada que contener salvo la añoranza de mi ser...
ESTÁS LEYENDO
Vida De Un Estudiante.
Short StoryPequeñas historias del día a día de un estudiante de nivel superior, quien tiene que enfrentar esta vida repetitiva llamada rutina.