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-Ginny! Donde... donde está Fred!?- le preguntó ella, ahora algo preocupada.

-Había ido a buscarte, o a lo mejor debe estar junto con George arriba... no lo sé, Jane, no hagas ninguna estupidez.- le pidió la pelirroja.

En ese momento, Jane vio como Seamus necesitaba ayuda con la pirotecnia... ella? Que iba a hacer ella de malo? Estaba claro que iba a hacer estallar lo máximo posible... nada malo.

-Seamus... déjame ayudar.- le pidió ella ahora decidida.- Se de un lugar donde hará que estas preciosidades exploten como debe ser.
-A que estamos esperando?- preguntó este.

-Fred!? Fred la has encontrado?- le preguntó su padre quien se encontraba junto con Arthur.
-No... ella está en el castillo, lo sé, pero no se donde se ha metido...- dijo algo preocupado.

-Esa es Jane y Seamus?- preguntó George de repente.- Oh Merlín, que está haciendo!?

Tanto Ian como Fred se asomaron para ver a la chica quien corría en dirección a los mortifagos que qué acercaban cada vez más.
-Pero qué está haciendo?- preguntó su padre sin entender su pensamiento.

Y cuando la chica quien se encontraba en la entrada del puente con una cuerda en la mano, miró a los centenares de carroñeros y mortífagos que deseaban matarla.
-Bueno Jane, ha sido un gusto trabajar contigo misma...- se dijo a ella misma.

La enorme barrera que habían creado los profesores de Hogwarts se acababa de romper.
-Vamos perdedores! Tenéis miedo acaso!?- les preguntó enfadándolos.

Rápidamente estos empezaron a correr en su dirección para atraparla y fue cuando Jane tiró de la cuerda, haciendo explotar muchos fuegos artificiales.

Ella por otro lado, empezó a correr hacia el castillo de nuevo, ahora con miedo de ser alcanzada por los explosivos.

Estaba empezando a asustarse. Jane seguía corriendo por todo el castillo hasta que sintió como se llevaba al suelo a alguien.
-Perdón no te he visto.- dijo esta con nervios.
-Tranquila... eh, eres nueva? Oliver Wood.- dijo estrechándole la mano.- Ex alumno...

-Jane Monroe y... no lo sé, vine transferida en mi cuarto año... no es por ser aguafiestas pero deberíamos... ya sabes.- dijo mirando la guerra que tenían delante de sus ojos.
-Si... creo que tienes razón. Espero verte después de todo esto Jane, suerte.- le dijo este con una sonrisa tomando su escoba.

No le quedaba tiempo. Estaba de los nervios y aún no había conseguido ver a Fred. La situación era demasiado estresante.
-Señorita Monroe! Quédese en su sitio!- le dijo McGonagall.- Es peligroso que vaya sola!

La segunda guerra mágica había empezado en el momento que el señor tenebroso rompió la barrera protectora, dejando paso al exterior.

Todos los mortifagos empezaron a correr en dirección a Hogwarts, todos con la varita en el aire, y si algo sabía Jane era que no iban a tener ni un poco de piedad con ninguno.

Fred por otro lado vio como George junto con Lee se deshacían de muchos seguidores de Voldemort y no les iba tan mal como pensó.

Estaba de los nervios. Quería ver si Jane estaba sana y salva al igual que Ian quien estaba atento en todo momento.

Se veían cuerpos caer derrotados, uno tras uno y el pelirrojo solo pedía que uno de esos cuerpos no fuera la chica que tanto deseaba ver.

Pero siendo claros, no fue muy difícil para la chica encontrar a la familia de pelirrojos entre la multitud. Cuando vio a su novio luchando por su vida solo empezó a correr en su dirección.

-Fred! Mira!- le gritó George con una sonrisa señalando por segundos a la Slytherin quien se encargaba de unos hombres lobo, expulsándolos lejos de allí.

Fred no se resistió y también empezó a ir en dirección a la chica sin darse cuenta de nada que tenía en la espalda.
-Maldita sea Jane Monroe casi te veo morir allá abajo!- le gritó este algo molesto con ella.

-Fred ahora no es buen momento de hablar sobre eso.- dijo ella atenta a todo movimiento.
-Oh bien, evita el tema...- murmuró este mientras ambos atacaban a un dueto de mortífagos.

-Merlín Fred! Estamos en medio de una guerra! Quieres hablar!? Ahora!?- le preguntó ella sin poder creérselo.

El pelirrojo la miró unos segundos demasiado largos. Tanto que bajó su única arma con la que podía defenderse. Fue cuando todas las imágenes pasaron lentamente en la cabeza de Jane.

Primero, girarse y ver el rostro de Fred quien la miraba con una pequeña sonrisa. Segundo, visualizar como su padre corría hacia ellos gritando la palabra Jane! Cuidado! seguido de que se interpusiera entre ellos.

El señor Monroe acabó por los aires, consiguiendo darse con un muro el cual le cayó encima provocándole más dolor.
-Papá!- gritó ella ahora yendo junto este.- Aguanta, por favor, solo respira y aguanta.- le dijo arrodillándose a su lado.

Ian miraba como había crecido su hija y estuvo contento de verla por última vez.
-Cielo, está bien.- dijo para empezar a toser.- Estoy bien, he podido verte al fin, mi pequeña...- dijo ahora acariciándole el pelo como podía.

-No, no digas eso, te pondrás bien.- le dijo ella entre llanto.- Papá por favor, no puedo perderte ahora a ti.- le empezó a decir sin poder afrontarlo.-No te vayas, no ahora.

Fred quien también la había seguido y los cubría para que no les ocurriera nada miró al señor Monroe quien le sonrió débilmente.
-Cuídala, por favor.- le dijo con voz más débil aún mientras empezaba a quejarse de más dolor.

-Papá, papá por favor...- le empezó a decir esta ahora molesta.- No puedes irte, no ahora, por favor.
-Te pareces tanto a ella...- ignoró sus quejas y le acarició la mejilla por última vez antes de caer completamente.

Si, después de la trágica pérdida para Jane, solo pudo gritar, dejando todo el dolor encima del cuerpo de su padre.

Fue como si la hubieran escuchado pues los mortífagos que quedaban en pie se retiraron por órdenes del señor tenebroso.

Fred quien lloraba, abrazó a la chica quien no podía sostenerse sobre ella misma.
-Está, él, está... Fred.- empezó a decir ella en el pecho de este no consiguiendo respirar con normalidad.

Sentía que todo estaba acabado. El pelirrojo la abrazaba intentando permanecer fuerte, nunca pensó lo mucho que iba a importarle la muerte de Ian Monroe.

Se había ido, y al menos... ahora podría reunirse con el amor de su vida.

Jane no estaba preparada para perderlo a él también. Era demasiado injusto.

afraid of you (Fred Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora