one 𖥻 ˢˡᵉᵉᵖʸ

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“ alguien que sea atento. ”
꒷  ꒦  ꒷  ♡︎  ꒷  ꒦  ꒷

hyunjin y seungmin eran compañeros de banco. lo eran desde la primaria, y lo fueron en cada institución en la que estuvieron.

los días que hyunjin no iba a clases, seungmin se sentaba solo, a propósito, y guardaba aquel lugar dorado a su derecha con total exclusividad. era de su mejor amigo, y nadie más que de él.

se sentía solo cuando hyunjin no estaba, pues su presencia era indispensable. sus chistes tontos y anécdotas cuestionables parecían ser infinitas. oír historias graciosas sobre los golpes en sus rodillas siempre lo hacía reír, y ver al mayor sonreírle le transmitía sentimientos de tranquilidad que no podía describir con exactitud. sin embargo, la tristeza diminuta de no tener a su amigo al lado no duraba mucho.

siempre lo regañaba, ya que hwang no asistía a clases eventualmente porque lo suspendían; le gustaba meterse en problemas con su grupo de amigos ajeno a seungmin.

fuera de eso, era bien sabido que él tenía un buen corazón. sólo era travieso y no tenía cura; de igual forma, también era bien sabido que su corazón era más blando si se trataba de kim seungmin.

ese lunes, la primera clase que les tocaba era de literatura.

a hyunjin le aburría un poco, ya que lo suyo eran las ciencias exactas. en cambio, seungmin era lo contrario, y así, tenían un balance.

aún era temprano y la profesora no había llegado, lo mismo se aplicaba para la mayoría de los alumnos y el salón de clases estaba semi vacío. seung ni saludó al llegar y se limitó a bostezar y apoyarse sobre sus brazos en el pupitre, con su mochila azul celeste aún cargada en su espalda. cerró sus ojos y su respiración se calmó progresivamente, estaba comenzando a quedarse dormido.

indudablemente, los gestos y acciones del castaño lograban enternecer a hyun, pero él debía hacer algo al respecto, pues no permitiría que la persona que más adoraba en el mundo se perdiera de su clase favorita.

aquella fue una situación bastante conveniente, quizás demasiado. una lámpara se encendió sobre su cabeza. si bien no disponía de mucho dinero para el día, sabía que traerle un pequeño desayuno a seungmin no sería una mala idea.

quizás así podría comenzar a ganarse su corazón.

la cafetería de la escuela le costaría diez minutos de caminata; la institución era grande y era fácil perderse en ella si eras nuevo.

cruzarse con uno de los profesores no fue lo mejor que pudo ocurrir. era extraño ver a hwang hyunjin irradiando tranquilidad y regalando una vibra de que hoy no se metería en problemas. el hombre tan solo se limitó a mirarlo de reojo, notablemente, para su desgracia. pero hyun sonrió y siguió su camino.

finalmente trajo el café más dulce y acaramelado que pudo pedir, junto con unas oreos sabor fresa, las favoritas de su amigo.

algunas miradas curiosas se posaban en hyunjin al entrar al salón otra vez; no sabía si era por algo que haya hecho, si era por lo que llevaba en sus manos, o si era por su aspecto (hoy se veía un poco más presentable de lo habitual). borró toda posibilidad de su mente, poco le importó, y tomó asiento en su lugar correspondiente.

── despierta, bello durmiente. ── dijo con una sonrisa en su rostro, dando pequeñas palmadas en el hombro derecho de seungmin, quien había caído dormido hacía apenas unos minutos.

── pero tengo sueño. ── el menor protestó, aún con sus ojitos cerrados.

── entonces te perderás la clase. ¿que acaso no querías saber lo que pasó con romeo y julieta?

hyunjin alzó una ceja, esperando reacción de su contrario. se podría decir que lo estaba desafiando.

── ...además, te compré algo para que dejes de dormir. los príncipes duermen de noche, no de día. ── continuó sonriendo. en su mente, sabía perfectamente lo que hacía.

a seungmin no le quedó otra que enderezarse en su lugar y darle atención a hyunjin. igual no podía arrepentirse, ni menos podía resistirse a la dulzura del mayor al notar lo que dejó asentado en su pupitre unos minutos atrás. tampoco tardó mucho más en incarle diente a las galletas y bajarse el café de a sorbos ansiosos.

el azúcar creció en su sangre, y debido a la cafeína, sintió como si le hubieran puesto baterías nuevas. seguía cansado y con algo de sueño, pero ese boost le serviría por ahora.

al estar un poco más “despierto”, agradeció a hyunjin con un cálido abrazo que, sorpresivamente, duró más de cinco segundos. siete, para ser exactos.

en definitiva, para hyunjin, fueron los siete segundos más lindos del día, de la semana, y quizás del mes. no sabía si la duración del abrazo era porque el menor realmente quería estar así o si era porque estaba quedándose dormido nuevamente. aún así, tenía miedo de que su corazón se saliera de su pecho, o que con el roce de seungmin, este pudiera sentir sus latidos tan fuertes.

y la clase no tardó en comenzar; el café ya había sido historia, y las galletas fueron compartidas entre ellos pícaramente, a escondidas de la profesora. soltaban risas pequeñas de vez en cuando y disimulaban con la intención de no ser atrapados.

no era la primera vez que hyunjin veía a seungmin sonreír con tanta pureza, y menos en clase de literatura, sabiendo lo mucho que él adoraba esa materia.

pero resultaba que, desde que entendió a pleno sus sentimientos, sentía que el sol lo iluminaba cuando kim le sonreía.

a veces le daba miedo estar tan enamorado.

a fin de cuentas, había valido la pena gastar gran parte de su dinero en aquel desayuno express. obtuvo un abrazo, veinte sonrisas y algunas galletas.

sin embargo, aún debía hacer bastante, el desafío de conquistar a seungmin había empezado y lo que más lo atemorizaba de forma inconsciente todavía no llegaba a sus manos.

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⭓ ࣪ ˖ 𝗯᪶𝗯𝘆, 𝗶'𝗺໋ 𝗷𝗲𝗮ᤢ𝗹𝗼̷͠𝘂𝘀 ٫٫ 𝗁꯭𝗒𝗎꯭᭭𝗇𝗆꯭ิ𝗂𝗇 𓄹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora