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Jódete, Kirishima.
Te lo dije.
Te lo advertí en todo momento y aún así no quisiste escucharme.
Eres un maldito imbécil.
Te dije que no sabía teñir cabello.
─ ¡Va a ser una gran experiencia, Bakugo!─habías dicho hace unas dos horas antes, confiando en que esto saldría bien.
Ahora tu pelo está totalmente negro... ¡¿Pero yo que demonios iba a saber cuál era el decolorante y cuál la tintura?!
Idiota.
Al terminar de sacarte el cabello te miraste al espejo. No entiendo por qué te pones los pelos de punta o por qué te tiñes, te ves tan jodidamente bien con ese estilo.
Aunque eso sí, te ves menos varonil.
Sonreíste con nostalgia y me dedicaste una mirada triste a través del espejo─ No te preocupes, hoy es viernes de todos modos. Ven otra vez el domingo y lo haremos de nuevo.
¿De nuevo?
¿De verdad quieres que haga esto de nuevo?
Pero... Fallé.
─ Ahora vayamos por un helado, ¿quieres, bro?
Tsk.
Jódete. Claro que quiero.
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