El niño maldito

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Namjoon despertó. Los rulos rubios de su cabello hechos desastre, y ojos hinchados por el pesado sueño. Llevaba bastante tiempo soñando aquellos recuerdos borrosos. Tal vez significaban algo. 

Se levanto al baño y tomo asiento en el retrete. Tenia ganas de una cagada mañanera. Estiro el brazo hasta el lavabo, el cual tenia de un lado el jabón y del otro un cenicero con restos de cigarros. Tomo el que estaba mas completo y lo encendió con un encendedor que se encontraba por ahí; tenia uno para cada lugar de la casa. 

Inhalo del cigarro hasta que este prendió, y comenzó a exhalar el humo que se acumulaba dentro de sus pulmones, pensando en aquel sueño.

Si era verdad que vivió la mayor parte de su vida en un orfanato en el cual tenia que estudiar, trabajar y asear; ahora vivía cómodo con su madre  adoptiva. A la cual le pagaban por "cuidarlo", aun que el dinero ahora era para él desde que ella había sufrido de Alzheimer. 

Ahora con trabajos recordaba su nombre, daba gracias a Dios de que por ahora aun recordara su cara a la perfección, tenia miedo que llegara el día en que olvidara su rostro y esta llamara a la policía pensando que tiene a un loco en su casa. Soltó una risita, el cigarrillo aun en su boca y humo saliendo al compas de las tosidas por la carcajeada. Se levanto los pantalones después de limpiarse el culo y se lavo las manos, caminando hasta la cocina para preparar algo. 

Los miércoles eran días de Té, y si no lo preparaba temprano la vieja le estaría reclamando mas tarde, era lo único que recordaba al parecer. A veces creía que la loca solo fingía para quitarse las responsabilidades de encima. 

Tomo algunos huevos y comenzó a hacer algunas mas cosas en el sartén frente a él. Intento recordar mas del sueño, pero cada vez que lo intentaba se distraía. Sabia muy bien que él mismo se obligo a borrar esos recuerdos, pero ahora mas que nunca quería pensar en ellos de nuevo. 

Oh, es verdad. El vivió la mayor parte de su infancia junto a Hobi. Si, desde los 6 hasta los 13. Pero después de eso se deprimió. Aun que Hoseok fuera su terapia emocional, de alguna o otra forma logro caer en la depresión infantil de ser un huérfano, bastardo y de paso un raro rodeado de gente muerta. A los 13 probo la marihuana y descubrió que cuando estaba bajo los efectos de esta ninguna voz, ni de persona real ni de muerto fantasmal, entraba en su mente. Era tan relajante. 

Hobi le reclamaba que dejara de hacerlo. Que jodía con su mente y que lo ignoraba bastante. Pero ese era el punto. Que jodiera su mente; que ignorara a su alrededor. Aun que no exactamente quería ignorar a Hoseok, era un precio que tenia que pagar para poder de disfrutar de comodidad por unas 3 horas. 

Después de eso, no volvió a ver a Hoseok. Los recuerdos comenzando la pubertad de los trece son puras fotografías mal tomadas en una cámara vieja o videos tomados con un teléfono antiguo en calidad de 10 fps. No volvió a estar sobrio hasta los 15. 

Cuando cumplió 15 años no fue adoptado, fue recogido como apoyo bancario con la señora Min. Una mujer que perdió a ambos, hijo y marido, con una diferencia de 2 años. La vieja era sana en ese momento; tenia un trabajo estable y parecía estar cuerda a su 100%. Hasta el día de hoy no puede resolver la duda de como dejaron que esta mujer entrada al Foster Care. Era una treintona depresiva. 

Su ultimo recuerdo del orfanato es la fotografía que tomaron todos sus compañeros de cuarto (En la cual aparece Hoseok) y ver a su fantasmal compañero despedirle con tristeza.

Ahora que lo piensa. ¿Por que Hoseok no le siguió? ¿Por que no se pego a él como garrapata para salir por fin del orfanato? ¿O es que aun tenia cosas que hacer ahí?

Sin duda alguna, Hoseok era extraño. Creía seguir vivo aun cuando Namjoon le repetía que estaba muerto. Volviendo a su adopción con la señora Min. 

Estaba loca. Era una alcohólica y sinceramente solo quería el dinero de Namjoon. Era incomodo al principio dormir en la habitación de su hijo muerto, mas cuando la hija mayor, la cual aun vivía ahí en ese tiempo, seguía bastante tocada emocionalmente sobre la perdida. 

Yoonji vivió con él dos años mas, y a los 18 se fue de la casa. Estaba harta de los abusos de su madre y sinceramente "Este lugar me da tanto asco. Es repulsivamente depresivo". O eso fue lo que le dijo a Namjoon cuando se escapo en aquella noche de Junio. "Deberías hacer lo mismo. Fingir que eres alguien que no eres solo hará que no se recupere". Aun que sinceramente Namjoon nunca intento reemplazar al mas joven de los Min. 

Después de eso Yoonji no volvió a la casa, y noticias de ella no aparecieron hasta después de 4 meses de su búsqueda. Ella vivía alegremente en el centro de Seúl; asistía a la escuela y trabajaba medio tiempo, aun así no mando cartas ni llamadas de regreso para explicar su situación. Fue ocho meses después que Yoonji regreso. Siendo una persona totalmente, contenta, sonriente y alegre. Se disculpo con Namjoon y les trajo obsequios a ambos, su madre y él. 

"Aun que parece que lo que te dije aquella vez fue por un impulso de enojo, no lo fue. Te lo repito. Lárgate de aquí. Este lugar es un barranco de melancolía. Vas a morir por el simple hecho de vivir aquí antes de vivir la vida como debes." Fue lo que le dijo el ultimo día de su estancia en la residencia de su infancia. 

Y con eso Namjoon no la ha vuelto a ver. En ocasiones llama y envía dinero para mantenerlos a ambos, pero no ha vuelto a poner pies ahí. Por otra parte, Junki, el hermano mayor de los Min, visita la casa ocasionalmente. A veces cada 6 meses, a veces cada 2 o cada 4. "Siempre trato de venir con frecuencia y asegurarme que ambos estén vivos". Repetía como excusa cada vez que visitaba el hogar, con mandado y medicinas para su madre. En ocasiones dinero. 

Namjoon sabia que les apreciaba. Después de todo, Junki fue el que mejor le trataba cuando recién llego a casa. Yoonji parecía odiarlo, si. Pero no lo trataba tan mal como en los dramas que veía en la tele. Junki por su parte, le tocaba el pelo, las manos, los hombros y las mejillas, murmurando "Eres tan asquerosamente parecido a él". Y después le empujaba lejos diciendo que le asqueaba y lo odiaba. Pero al mismo tiempo, le abrazaría y le daría besos en la frente. 

En ese tiempo Namjoon solo aceptaba las caricias confundido. Había mirado las fotos enmarcadas en las paredes donde todo el árbol familiar de los Min sonreía, y por lo que dedujo; Tres de las seis personas en el cuadro mas grande estaban ausentes. Una era la abuela de los hermanos Min y la madre del padre, (la cual estaba de vacaciones cuando Namjoon recién llego a la casa. Ahora vivía en Seúl, donde Yoonji llego cuando se escapo de casa.), el otro era un hombre, notablemente adulto, el que dedujo era el fallecido padre de familia y por ultimo, el pálido chiquillo de cabello azabache, Min Yoongi. La persona que Namjoon reemplazaba.

Pero tenia entendido, eran completamente diferentes. Namjoon tenia piel ligeramente canela y cabello ruloso y rubio. Yoongi tenia cabello lacio y negro; piel pálida como la nieve y ojos gatunos. No entendía del todo las palabras de Junki en ese tiempo. Ahora de grande, todo tiene sentido. 

En ese tiempo Junki tenia 18. Medio año después de la llegada del rubio, el mayor de los Min embarazo a su novia y se fue del hogar. La partida de Yoonji viene después de la de él. 

Vivió la mayoría de su estancia conviviendo con los Min, como familia completa. ¿A que te refieres? Te preguntaras. Pues, Namjoon los veía. Al Señor Min y a Yoongi. El señor Min camino a "la luz" poco después de su llegada, dando a entender de que su misión final era que su esposa dejara de estar triste por la perdida de su hijo menor y su esposo. Aun que la felicidad de la mujer no duro mucho, lo que Namjoon cree que seria la teoría de por que Yoongi aun vive en la casa con ellos. 

— ¿No vas a ir a revisar a la vieja? No vaya a ser que este tiesa en la cama. — Murmuro el azabache sentando en la mesa donde comían. Pies encima de esta y brazos descansando detrás de su cabeza. Pálido como la nieve y ojos indiferentes y rasgados observando al rubio frente a él. — La casa huele a cigarro todo el tiempo por tu culpa. —

El rubio giro los ojos con irritación. Aun que era cierto que en la iglesia, el simple hecho de convivir con fantasmas fuera un milagro. — No actúes como si la vieja no fuera fumadora. La culpa es de ambos. —




Para él era una maldición. Al igual que toda su vida hasta la actualidad. 

Ghostbusters + btsWhere stories live. Discover now