Nuestros personajes, leo el turro de la villa 35 y Vera (nombre real desconocido) habitante de liliput midiendo 1,20m y pesando tan solo 10 gramos, se encontraran en una maravillosa y breve, pero sobre todo romántica historia de amor.
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Leo y Néstor, una vez ya reencontrados, partieron en el helicóptero presidencial de de la rúa hacia lo desconocido. Una vez habiendo salido de Latino América Néstor se da cuenta que no sabe pilotear aviones, y Leo por su falta de recursos evidentemente tampoco, por ende estos chocan contra una isla abandonada, muriendo Néstor en el acto.
-Ne-Néstor kun? NOOOOO YAMETEEE- exclamaba leo mientras sollozaba .
-que hare sin mi Néstor, cómo viviré- se preguntaba mientras entraba en shock.
La isla en donde habrían caído se ubicaba al sureste del pacifico oeste, y se la conocía como "tierra del fuego". Para la sorpresa de nuestro protagonista esta isla si estaba habitada, pero no por humanos, sino, por pequeñas criaturas, a las que se les decían liliputienses.
Leo al darse cuenta de esto, asustado, intenta razonar con las criaturas, -eh, disculpen, donde estoy?- exclamó con desconocimiento.
-Estas en Liliput pendejo pelotudo, y no solo estas en Liliput, sino que también rompiste todo el puerto con tu pija- exclamaban los liliputienses muy enfadados.
-oh, lo siento, disculpen las molestias... Aquí todos miden un metro?- exclamó Leo en tono burlón.
-QUE DIJISTE PENDEJO MOGOLICO TE VAMOS A HACER BOSTA- gritaban los liliputienses mientras le partían botellas de fernet Vitone en el orto.
Leo entre toda la pelea, se desmayó, dando paso a que los liliputienses se lo llevasen a la posada. Una vez allí la encargada de cuidarla era la famosa Vera, famosa no por sus logros, sino que luego de estudiar contaduría por 8 años solo consiguió ser manager de un hotel.
-oh se esta despertando- dijo vera tímidamente.
-que pasó cuantos negros liliputienses me violaron?- exclamó el turro sin remordimiento
-e-em hola- decía tímidamente vera, sintiéndose atraída por el encanto que este misterioso chico tenia al hablar.
-quien sos petiza?-exclamó Leo con tono amenazante
-s-soy V-vera, me d-dijeron que tenia que c-cuidarte- comento la tímida y sumisa chica, que ante lo intimidante de nuestro personaje, se sentía atrapada.
Leo vio el brillo que esta dulce joven poseía en sus ojos, y quedó cautivado, este empezó a sentir cosas, sentimientos que nunca antes había logrado sentir, ni siquiera con la mujer con la que tuvo 4 hijos; Él por primera vez, estaba enamorado.
Vera, atraída por el carisma de este chico, intentaba cautivarlo, pero sin éxito ya que era demasiado tímida ... y petiza.
-U-uste cómo se ll-llama?- dijo vera tímidamente mientras intentaba no gritar al ver la belleza que el villero poseía.
-Leo, descendiente de Ernesto el asadero, heredero de la 9mm- decía leo en tono burlón, aplicando su carisma para seducir a la joven.
Este amor no solo era extraño, si no que también estaba contra la ética del mundo, ya que Leo tenía 20 y la joven Vera solo unos 13, pero esto no evitaba que se amen locamente.
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