집 HOME

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──buenos días, yoon oh...

la manera pronunciar su nombre, casi como si estuviera entonando una canción, el tono simpático en su voz que le decía que había dormido muy bien la noche anterior, su sonrisa perezosa al verlo asomarse por la puerta de la cocina, todo apuntaba a algo más que evidente para yoon oh.

──veo que alguien tuvo un sueño reparador. ──comentó, buscando las tazas en la alacena con la intención de servir el café para ambos.

──desde que el trabajo me quitó la hora de la siesta, pues sí, duermo como un tronco por las noches. ──suspiró johnny, apoyando el codo sobre el marco de la puerta y su cabeza en la palma de su mano. yoon oh acotó con un pequeño "mh-hm", colocando un par de tazas sobre la mesa redonda. ──¿no es aburrido?

──¿qué cosa?

──el desayuno, nos falta algo para acompañar el café ¿no te parece?

ahí está, justo como se lo imaginó.

yoon oh no se contuvo de expresar su conformidad con una sonrisa, porque después de todo este tiempo lo conocía muy bien. y siendo justos, desde hace rato a él también se le antojaba algo delicioso para desayunar. entonces sacó su delantal de cocina y se lavó las manos, dispuesto a poner manos a la obra.

──hazme el favor de colocar el agua en el termo, así no se enfría. y dame unos minutos.

el rubio le sonrió bien grande, murmurando un "enseguida", y ni lento ni perezoso se encaminó a cumplir con las órdenes, silbando feliz como un pajarito madrugador.

₍ 🍰 ₎

mientras esperaban a que se hornearan las galletas, yoon oh le sugirió a johnny que tomara una ducha hasta que todo estuviera listo. en cuanto a él, no abandonó la cocina con tal de vigilar el tiempo de cocción.

el pelinegro tomó asiento, se relajó y cerró los ojos un momento, disfrutando del dulce aroma a limón que comenzaba a emanar del horno, de la calidez del ambiente, del ruido de la regadera viniendo del baño, haciéndole saber que estaba en compañía. pequeños detalles como esos, eran suficientes para darle un toque de sabor a sus mañanas.

y pensar que hace un par de meses, el aire que se respiraba en la casa era diferente. para empezar, ni siquiera llamaban a su casa de la forma en que lo hacían ahora, no había cariño en la palabra, sólo era el departamento que compartían. un lugar en donde convivía con el chico que vino de intercambio, quien para su sorpresa pronunciaba el coreano como un nativo, pese a que hasta donde él sabía vivió toda su vida en chicago; de todas formas, no es como si lo conociera demasiado hasta ese entonces.

la interacción entre ambos no pasaba de un "hola, ¿cómo estás?" "bien, ¿y tú?" y otras banalidades, simplemente no se conocían y yoon oh era muy tímido como para dar el primer paso, mientras que johnny pasaba mucho tiempo fuera del departamento.

PEACHES N' CREAM ── JOHNJAEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora