3.Laura Brown

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Aun no podía parar de verlo pero al final tuve que volver a la realidad.

Espero que prometas, que prometas quedarte, y cumplas las promesas.

Ella no sabía, no sabía lo inmaduros que eran y lo mucho que se lastimarian pero aún así se amarían,tal vez o incluso no.

Tenía que decirle que no quería perderlo, que quería que se quedara, que no quería perder a más personas, que quería que nos conociéramos para que supiera por qué suspiro por las noches.

Aún miro el lugar como si tuviera horizonte y aunque sólo fuera una habitación espaciosa aunque cerrada el espacio estaba hecho solo para los dos.

Habíamos estado callados por más de diez minutos que el silencio que en un momento se volvía cómodo, ahora me acogía entre mis pensamientos y el lugar en el que me encontraba sentada.

Me sentía feliz o eso suponía estaba sentada en el pensamiento más oscuro de una persona, yo en ese momento no lo veía así pero esque no lo entendía.

Eh perdido a una persona valiosa pero no a una que ha estado en mi corazón y ha entrado tan profundamente.

Lucas sin decir una sola palabra saco su celular y me lo pasó un audicular.

Mis oídos esperaban la música, mi corazón estaba esperando la manera de latir al ritmo de la misma por el contrario mis ojos estaban en los suyos.

Puso una canción que me hizo recordar cuando estuve en un viaje familiar en la finca de mi abuelo Villa de Leyva - Colombia era un lugar hermoso en el centro había un posó y tire una moneda estaba tan lejos el recuerdo de mi que el deseo simplemente no estaba entre mi recuerdo.

La canción estaba en inglés exactamente <<coyote theory - This said of paradise>> mis oídos empezaron a reconocer cada parte de la canción.

Estaba tan enfocada en entender la letra al pie de la letra que no me di cuenta que Lucas me estaba viendo a los ojos.

-Me gusta estar sola si es contigo.

-Y a mi.-sonrio con una paz interna y se recostó en mi hombro - solo si es contigo.

Mis ojos se abrieron al sentir su peso sobre mi, su cabello acariciaba mi mejilla y mis manos seguían jugando con un pedazo de vidrio que me había encontrado en el suelo.

-¿Quieres irte ya? - pregunto el sin despegar su cabeza de mi hombro.

-No, pero tengo que hacerlo.

-Es temprano Eliza, no te vayas.

-No me quiero ir por mi me quedará aquí toda la noche per...

-Pero tienes que irte,- se paro y me ofreció una de sus manos para levantarme y me levante- esta bien vamos.

Cerro el lugar en donde se encontraba su sueño y salimos del jardín, al salir mi mente pensaba en muchas cosas.

Como que no había ido a comprar los discos y que quería descansar había sido un día largo con muchas sorpresas buenas, malas y algunas que hubiera querido que durarán más.

Íba caminando tan distraída con todo, que no note que la mano de él y la mía estaban unidas no le dije nada pero pare y mire nuestras manos.

En el país de tus maravillasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora