Capítulo 2 - La apuesta.

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Desperté de mi larga siesta, vi la hora y note que eran las 21:00 hs. En una hora sería la fiesta, me levante de un salto de la cama y fui al baño cercano a mi cuarto, claro que no sin antes llevarme puesta la estúpida puerta de mi habitación, llegue al baño y encendí la ducha, volví a mi cuarto para dejar que el agua calentara y fui a buscar mi ropa al armario. Tomé un par de prendas y las deje sobre la cama, volví al baño y me quite la ropa, entre en la ducha y me bañe. Deje que el agua corriera por mi cuerpo mientras me pasaba el shampoo, y me pasaba el jabón por el cuerpo. Envolví mi cuerpo en la toalla a modo de vestido y comencé a cepillar y secar mi pelo, deje que mis leves ondas de cabello naturales caigan por sobre mis hombros y comencé a maquillarme, me coloque algo de base, delineador, rímel y un labial rojo. Cepille mi cabello una última vez y fui a mi cuarto por última vez. Me puse mi ropa interior, un top negro y una pollera de tiro alto negra igual, para evitar cualquier problema me puse un pequeño short negro bajo la pollera y tome mis tacones, me los puse y me paré frente al espejo. Suspiré. Tomé mi móvil y tenía 9 llamadas perdidas de Jack, pedazo de pelotudo este Jay. Le marqué y no contesto, marqué unas veces más y como seguía sin contestar, tomé algunas cosas y me dirigí a la fiesta.
Al llegar, Jack abrió la puerta y me abrazo con todas sus fuerzas:
-PRINCESAAAAAAAAAAA – Me grito en el oído, dejándome básicamente sorda.

-JAAY –Grite, no sé si fue por venganza o simplemente porque no se escuchaba nada de lo que decíamos por la música.

-Oye, sabes que te amo, pero no me digas así, ¿Está bien?

-¿Para qué eres mi mejor amigo si no puedo ponerte apodos que odies?- Alzó ambos hombros.

–Lo importante es que ya estás aquí, venga. Vamos. –Me hizo una seña con la cabeza y me rodeo con un brazo, entramos a la fiesta y salude a algunas personas. Jack me llevó a un pequeño cuarto junto a otras 5 personas, y comenzamos a jugar el famoso verdad y reto.
Llegó el turno de Jack, y como “buena persona” que él es me escogió a mi.

-¿Y bien princesa? ¿Verdad o reto?
Nuevamente, las miradas en el pequeño cuarto se fijaron en mí, me sentí como ayer en el corredor. Volviendo al caso, tome algo de aire, y respondí:

-Reto.

Esas palabras fueron casi como si hubiera llamado al diablo, porque todos comenzaron a gritar: “UHHHHHHHHHH” y Jack se trono los dedos y me lanzo una mirada pícara, de esas que él hace.

-Mhmm. Te reto a que pases 2 meses saliendo en pareja con David.- Otro "UHHH" en la sala.

-¿Y cómo logro que David quiera salir conmigo?

Todos rodearon los ojos como si hubiera dicho una obviedad.

-Por favor, no hay que ser un experto para darse cuenta que ese chico esta vuelto loco por ti nena.

Alcé ambos hombros y me encamine en busca de David, lo encontré bailando con otra chica, y una pizca de amargura corrió por mi cuerpo, aun que no sé porque. Me acerque y él se alejo de la rubia rápidamente.
-Ho-hola Abby… - Lo noté un tanto nervioso, como si fuera la primera vez que hubiéramos hablado.

-Hola, David.- Le lance una sonrisa amigable, no estaba segura de lo que estaba haciendo, pero no tenía otra opción.

-Oye, bonita. Lo lamento mucho, en realidad estaba muy inseguro en el momento de la apuesta, realmente te amo. Lo lamento mucho…. Si me das otra oportunidad…- Lo interrumpí.

-Oye, oye… -Le tome ambas mejillas- Te perdono… Pero… Sabes bien que no tengo compañero de piso, y… Me siento muy sola… -Dije acercándome lentamente a él, dios, que mala que soy coqueteando.


-¿Ah sí? –Dijo él, entre emocionado y confundido. Asentí con la cabeza y le dije

-¿Te quedas a dormir en mi casa esta noche?- Una sonrisa boba se formo en su rostro y comenzó a asentir varias veces, me tomo de las mejillas y me dio un beso tierno. Una sonrisa innecesaria se formo en mi rostro, y lo abrace.

Llegamos a casa, y deje mis cosas en la mesita de luz. David se había acomodado en mi cama, estaba en bóxers y no parecía tener intenciones de moverse. Así que me puse tan solo una camisa grande, me deje el short que traía bajo la falda y me acosté a su lado. Apague la luz y me abrace a él.

-¿Crees que vamos a pasar la primera noche así? –Sonrío. Yo sabía a lo que se refería.

-Mhmm, no. –Le di un pequeño beso en la comisura de los labios y el se acostó sobre mí. Acaricie su espalda mientras el quitaba mi remera y mis shorts, bajo mis bragas muy suavemente y se estiro hacía su mochila para agarrar un preservativo, lo mire curiosa.

-¿Traías un preservativo? ¿Y eso por qué?

-Uno nunca sabe. – Alzó ambos hombros como si no importara, y decidí no darle importancia tampoco. 

Se quito los bóxers y lo ayude a ponerse el condón y note como un pequeño gruñido se escapaba de entre sus labios. Me estremecí y acto seguido acaricio mis muslos separándolos para tener una mayor comodidad. Entro en mí con suaves embestidas y sentí un pequeño cosquilleo en mis muslos, el cual recorría mis piernas, acaricie su espalda con delicadeza mientras sus embestidas comenzaban a ser más fuertes y rápidas. Acto seguido, el apoyo una de sus manos en mi hombro para entrar con más comodidad y mis piernas se enrollaron en sus caderas pegándolo más a mí.
El gruñía con fuerza mientras yo chillaba como niña tonta, cerré mis ojos con fuerza cuando una última embestida salió de mí, se recostó a mi lado, tiro el condón por ahí.

-Amor, sabes… Estoy muy arrepentido de todo lo que hice… ¿Enserio me perdonas?
Sinceramente, ya me había hartado de contestar esa pregunta. Así que solo me acomode en su pecho y me quede dormida profundamente. 

The perfect revenge.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora