Miss Jackson

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La señorita Jackson desde muy pequeña sintió atracción a lo prohibido. Le gustaba sentir esa adrenalina que recorría todo su ser, la cual era otorgada al hacer algo indebido.

Al ser hija de una familia adinerada tuvo todos los lujos que cualquier mundano desearía. Sus padres al no interesarse en ella le dieron absoluta libertad que la llevó a un camino que en el futuro se arrepentiría.

A los catorce años ya había tenido relaciones sexuales con hombres mayores, ya había tomado alcohol, había fumado y tenía líos con oficiales. Aunque claramente todo esto se mantenía oculto para la sociedad.

Las apariencias eran lo más importante, frente a la sociedad era como una virgen devota. Aunque en el interior se ocultara una sucia puta.

Entre sus tantos enredos conoció a un hombre que sería su perdición.

Este hombre llamado Smith era adinerado y le daba todo lo que ella quería, incluso si tenía que jugar sucio siempre obtenía lo que quería.

El hombre cinco años mayor que ella estaba en el mismo mundo. Se divertían como si importara una mierda lo que les pasara.

No importaban las consecuencias el dinero lo puede arreglar.

Con lo único que no contaba la señorita Jackson era que el señor Smith la abandonaría después de enterarse que esperaban el regalo más grande que Dios le puede otorgar al ser humano. Un hijo...

Como era de esperarse la señorita Jackson decidió acabar con la vida de tan inocente ser, no quería llevar el recuerdo del hombre que la abandonó. Aunque, por más que la follaran muchos hombres jamás olvidaría al que le robó su corazón.

Ahora ella jugaría con los hombres para obtener lo que quiere, sin importar los sentimientos de sus pobres víctimas. Ella caminará sobre ellos y ellos desearán más.

"Eres muy mala señorita Jackson, pero, aun así te amo" le dijo su nueva víctima, era un hombre que conoció en el espectáculo oculto. Sr. Mimo era como le gustaba que lo llamara cada vez que se acostaban. Este hombre la hizo sentir nuevamente viva haciendo que olvidara al estúpido que la lastimó.

Pero... tenía la desgracia de enamorarse de los tipos equivocados, este hombre también la lastimó. Puso su trabajo antes que el amor de ella...

Ella se iba a vengar porque nadie la puede tratar así. "La única ganadora seré yo" pensó Miss Jackson.

Decidió llevar a cabo su macabro plan el día en que su pareja trabajaba.

Al llegar lo vio en plena actuación pornosa, lo observó con decepción y trato de buscar en sus ojos remordimiento, lastimosamente no encontró nada. Más que una mirada vacía, ya no tenía dudas de llevar a cabo su plan.

Decide abandonar la sala no sin antes arrastrar consigo a un joven...al cual sin muchas complicaciones lo invitó a su cama.

El pobre joven sería víctima de los sucios juegos de la señorita Jackson.

La señorita Jackson lo había logrado, al ser descubierta en pleno acto sexual, logró destruir el corazón de su vil pareja. Quien, arrepentido de su error, había corrido a casa a consolar a su mujer...

¡Ella no sería la única que se hundiría!

Miss Jackson después de ese día decidió mudarse a una nueva cuidad para borrar ese amargo recuerdo que le dejo un amor fallido, sus padres al verla sin un futuro llegaron a la decisión que contrajera matrimonio con el hijo de unos socios y por fin sentara cabeza.

La señorita Jackson se sintió eufórica al ver a un joven corderito inocente, que ella devoraría hasta saciarse.

Era una presa única, entre todas las que había tenido. El joven era recto y amable, la trataba como si fuera la chica más "buena" del mundo. Él tenía un buen corazón, lástima que ella se lo rompería.

Pasado un año regresó aquel hombre llamado Smith; se arrodilló y le pidió perdón muchas veces con la frase más cliché... "estoy arrepentido, no puedo vivir sin ti; eres la única mujer en mi vida". La señorita Jackson no lo pudo evitar y regreso con él a escondidas de su futuro prometido.

...

La señorita Jackson se encontraba en una cafetería con su prometido, los dos conversaban sobre la boda que sería dentro de un mes. El joven novio se encontraba entusiasmado y con una notoria felicidad. Mientras que la señorita Jackson sonreía con una notoria frialdad.

Ella lo único que deseaba era que llegara la noche para entregarse al pecado de la traición junto a su amado Smith.

Sin saber que cierto hombre elegante los observaba desde una mesa prudentemente lejana pudiendo así pasar desapercibido. El hombre elegante se sorprendió bastante al descubrir que su antigua mujer se encontraba ahí, a tan solo unas mesas. El observó con curiosidad al joven que la acompañaba ¡Pobre iluso! Pensó... esbozando una mueca a manera de sonrisa.

-Discúlpame un momento tengo que ir al tocador. -Dijo el novio mientras le daba un beso a su prometida que con fingida inocencia le respondió que esperaría.

La señorita Jackson esperó hasta que se fuera para llamar al señor Smith. Quedando en verse esa noche, estaban burlándose de la ingenuidad del que no estaba presente.

-Pobre muchacho lo tiene como títere, la zorra esa. Tranquilo amigo que yo te abriré los ojos-Dijo el mimo emocionado.

- ¿Señor a quién le habla? - pregunto el camarero confundido.

-A nadie joven, solo tengo un monólogo. ¡Por favor tráeme otra taza de té! -ordenó secamente.

-Al orden señor...

Las cosas darían un giro para los futuros esposos. El pasado jamás se olvida, las marcas regresarán una vez más para darte una lección y recuerda: pagaras todos tus pecados antes de irte al infierno. 






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Ahora ¿entiendes mejor al señor elegante?


Marcas del pasado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora