broken ✧ soojun

13

Al abrir los ojos, sintió su garganta seca y un sabor amargo en su boca. Se removió incómodo mirando el lugar donde estaba, con el miedo recorriendo sus venas sintió la bilis subir por su tráquea y se movió rápidamente vomitando en el frío suelo.

¡Su bebé!

Recordaba entrecortadamente el parto: sangre y el constante llanto del pequeño. Había escuchado a la enfermera, pero no entendió mucho al respecto.

Cuando la ansiedad comenzaba a asfixiarlo, Beomgyu entró al cuarto con unas terribles ojeras y el cabello opaco.

El menor se acercó rápido hasta su hermano y le abrazó con devoción, cuando dio otro paso sintió algo líquido debajo suyo y miró asqueado el vómito.

— Ah, Yeonjun. ¿No podías ser menos asqueroso? — revolvió su cabello y dio un beso en la coronilla.

Yeonjun rió con levedad y se acurrucó en el pecho ajeno — Efecto de la anestesia, supongo.

Beomgyu sonrió y se alejó de la posa maloliente.

— Que bueno que estás despierto, llamaré a la enfermera para que te revise y limpie esto.

Yeonjun asintió y se acomodó en la cama.

— ¿Dónde está mi bebé? — miró con curiosidad.

— Jungwon-ssi está en una incubadora, es un cachorro sano y muy lindo por cierto — sonrió con orgullo.

— Deseo verlo — declaró firme.

Beomgyu le miró comprensivo pero negó lentamente.

— Sí sabes que fue prematuro y tú estás débil, casi al borde de la muerte, ¿no? — el mayor asintió resignado — por el momento debes descansar, ya podrás ver a tu bebé cuando ambos estén bien.

Yeonjun bufó y se acomodó mejor en la cama, recordando algo importante. Deteniendo de inmediato a Beomgyu cuando iba a salir del cuarto.

— ¿Y Soobin?

El bajo suspiró cansino y miró a Yeonjun con lástima.

— Se ha ido.

— ¿Cómo dices? — frunció el ceño, sintiendo su corazón latir con fuerza — ¿Para siempre?

— Sí, Yeonjun — concordó — Habrá juicio con Taehyun en las próximas semanas, ahí se supone que Soobin lo dejará. Además debes estar ahí para testificar, aún cuando las pruebas son más que obvias pero son protocolos.

— Entiendo... — hizo una pausa y se acomodó en la cama — ¿Vió a Jungwon?

— Sí, pidió cargarlo pero lo impedí. No después de todo — levantó los hombros — Su despedida fue patética, pero no me esperaba nada de él.

Yeonjun hizo un mohín y miró a su hermano.

— Tengo los papeles del divorcio en la casa, ¿tendré que esperar hasta el juicio para ser al fin libre?

— Esperemos que no sea tan extensa la espera.

— Lo mismo digo. Ahora; llama a la enfermera para que limpie el vómito, tengo náuseas — cerró los ojos cansado.