One-shot Levi x lectora [ACTUALIZACIONES DEMASIADO LENTAS]

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NARRA ____:

Simplemente algo adorable, genial, maravilloso, único, inigualable, insuperable y muchas cosas más se podía apreciar desde el lugar en el que me encontraba.

Tal vez ya no. Tal vez ya no estemos juntos. Tal vez ahora no compartimos estilo de vida.

Pero eso no quiere decir que no nos amemos. Yo lo sigo amando, y por cómo actúa, él también a mí.

Acariciaba un par de cabezas con delicadeza. Los dos chicos más importantes de mi vida y ahora muerte están abrazados, durmiendo.

Mi esposo y mi hijo. De los que si aún tuviera, daría mi vida por ellos. Se encontraban anteriormente consolándose mutuamente. Al parecer, Eren ya ha crecido lo suficiente como para decirle la verdad.

Yo no volvería, y no porque no quiera.

¿Por qué no puedo volver?

Porque en ningún momento me he ido. En ningún momento he abandonado su lado. Aún muerta nada me pararía el protegerlos. Daría mi vida por ellos, al igual que Levi quiso dar la suya por mí, y al igual que Eren al enterarse, se sentía culpable y decía que era él quien merecía morir.

Pero oh, mi bebé. Lo hice. Te salvé la vida, y no por obligación. Lo hice a voluntad propia. Te quiero. Te amo.

Te necesito.

Mi existencia sin uno solo de ellos dos no tiene sentido. No me imagino su dolor. El no saber que jamás me iría es doloroso. Pero más doloroso es el que trates de hacerles ver que estabas con ellos, el tratar de emitirles un calor tranquilizante... todo eso era imposible ahora. ¿Calor? ¿Desde cuando los muertos transmiten calor? De todas maneras sería frío si transmitieran algo. Pero no es más que un fantasma.

Tras morir se dio cuenta de la verdad tras la muerte.

Los muertos siguen adelante, con su apariencia con la que murieron en un estado congelado. Acompañarían a los que más quisieron por toda la eternidad. Los fantasmas se veían entre sí.

Se pueden ver muertos, porque tú mismo eres un muerto.

Yo siempre creí en la reencarnación, pero al parecer eso de que tus seres queridos te acompañan es cierto.

No me acuerdo de mi vida con otras personas, tuve familia, eso seguro, pero ellos no eran lo que más quería en el mundo. Lo que más quería en el mundo se hallaba delante de mis narices. Levi y Eren. Mi esposo y mi hijo. De los que jamás me separarían.

Porque seguiré con ellos, por siempre, cuando ambos mueran, viviremos entre vivos y muertos, vivos y muertos conviven, y siempre será así.

Todos tienen ese fantasma ligado a ellos, ese fantasma que los quiere y protege de cualquier mal. Ese fantasma que le sigue a todas partes e incluso dependiendo del trabajo, venden lo mismo en productos astrales. Ese fantasma que en su momento, en el que tuvo una vida, lo amó con toda su alma y dedicación.