Ayúdame Diablo

Prólogo

Recuerdo esa noche.

Donde todo comenzó como una pesadilla volviéndose cada día más real.

Era de madrugada cuando escuché el tono de mi celular que me avisaba una llamada entrante. Un número desconocido.

No acostumbraba tener llamadas desconocidas y nunca a esas horas de la noche, pero la insistencia del llamado supe que era importante. Sabiendo que estaba sola en casa y mis padres con mi hermano de viaje en carretera, contesté alerta todavía con el sueño en mi sistema.

—¿Hola?.

—Hola, señorita ¿Es usted hija del señor Harrison Preston y de la señora Evelyn Preston? —me preguntó un señor con voz autoritaria.

—Si, soy yo —respondo nerviosa cuando escucho los nombres de mis padres y con dudas añado—: ¿Quién habla?.

Durante ese corto tiempo que se me hacían eternos los segundos que pasaban, estaba sentándome en mi cama y en mi mente de que algo malo había pasado ya lo tenía grabado.

—Disculpe, soy el policía Guzmán. Estuve llamándola para decirle la terrible noticia de sus padres que tuvieron un accidente automovilístico. Señorita Preston, siento mucho su pérdida, sus padres fallecieron. Aunque el niño pudo sobrevivir... —siguió hablando a través de la llamada.

Pero yo no escuchaba nada mas. No lo podía asimilar. No podía entenderlo. ¿Mis padres murieron? Si ayer los había visto tan felices antes de irse de viaje.

—¿Señorita Preston, me escucha? —pregunta de nuevo el policía.

—Si...

—Le estoy diciendo que su hermano está en urgencias en el hospital, unos policías van a su casa a recogerla en pocos minutos —me informa el policía como si supiera que no lo había escuchado.

Y mientras escuchaba el sonido que se finalizaba la llamada, vi unas luces filtrarse en mi habitación del carro policial. Ahí supe que mi pesadilla recién empezaba y que estaba lejos de no ser real.