Al llegar la mañana, Riku y yo nos dirigimos al cuartel de la guardia para iniciar el entrenamiento.
—Tres años y nunca me trajiste a tu despacho... —comenta con sarcasmo mientras observa cada rincon del lugar.
—Bueno, me gusta separar mi trabajo de mi vida privada —camino hacia mi escritorio y busco entre los cajones —. ¿Dónde...? Aquí está.
—¿Qué es eso?
—El mapa del reino —señalo con mi índice —. Este es Sulen, Zirka, Clawser y Bizan. En el centro está el Palacio. Aquí está Artis...
—Lo conoces bastante bien.
—Doce años en el oficio.
De otro cajón, tomo papel y una pluma para escribir las cartas. Llamo a un guardia y le ordeno que se lo entregue a los mensajeros.
—Acompáñame. Tengo que atender un asunto antes de empezar.
—¿Castigo por faltar al trabajo?
—Algo así. Realmente olvidé unas que otras varias reuniones que yo mismo había organizado.
—Es lindo verte así de activo —un pensamiento se cruza por mi cabeza y río como un idiota —. ¡Oye!
—Lo siento, lo siento.
Nos detenemos en la entrada de una sala en donde hay cerca de diez hombres con una expresión asesina. Riku no puede evitar ponerse nervioso frente a ellos.
—Hasta que te dignas a aparecer, maldito infeliz desgraciado —dice Claus, el líder de mi "equipo de matones".
—Sí, sí, lamento el abandono y las faltas. Pero ya estoy aquí y... —me agacho y veo la daga que queda clavada en el muro detrás de mí.
—¡In...! —le hago un ademán a Riku para que guarde silencio.
—¿Qué te traes Inu? Nunca has requerido nada de nosotros . O al menos de todos reunidos —dice Beck. —. Y ahora nos llamas para una reunión "urgente".
—Por alguna razón, Sulen es bastante segura bajo el cargo de un sujeto que disfruta coger con hombres en sus tiempos libres.
—Eso no es cierto —todos, incluso Riku me miran —. Es... Solo con uno. No con muchos. Solo lo hago con uno.
El equipo de Claus es algo así como mi Elite. Son bastante rudos y no le dicen que no a ningún trabajo. Aunque realmente no suelo darles trabajos porque no son requeridos. Y siempre se enfadan porque cuando les doy uno, es bastante simple.
No me tienen tanto respeto como los demás guardias. Mayormente Claus, que si pudiera partirme la madre ahora mismo lo haría, pero se abstiene de hacerlo. Me estima aunque lo niegue.
Y claro, no se guardan los comentarios sobre el que sea gay y eso. Pero en el fondo, muy en el fondo, son buenos tipos. Me atrevería a decir que son "amigos". Aunque en ocasiones lo dudo.
—¿Y bien? —Claus está realmente irritado.
—Los llamé para un trabajo realmente importante —se ven interesados —. Hace tres años, el Palacio mantenía a un hijo directo de Lycaon encerrado. Pero escapó. El sujeto es altamente peligroso y la misión es capturarlo con vida para volver a encerrarlo.
Claus ríe con sarcasmo. Es obvio que no iba a
—¿Nos tomas el pelo? —dice —. ¿Hijo de Lycaon? ¿Tres años? ¡¿De qué mierda hablas?! —me apunta con la espada —. ¿Te cogieron muy duro a caso?! ¡¿Y por qué traes a este sujeto contigo?! ¡¿Quién es?!
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El último hijo de Lycaon
WerewolfLa vida de los hombres lobo se ve amenazada por la desaparición del último hijo de Lycaon. Inu, un hombre lobo bastante conforme con la vida que lleva junto a su pareja, es uno de los encargados de encontrar al desaparecido y devolverlo sano y salvo...