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El supermercado más cercano de su hogar estaba a unas pocas calles de la escuela, por lo que no era raro que cada vez que decidiera invertir en más arroz y pizzas ya hechas, se encontrara a algún compañero de clase. Pero las hermanas menores Blackthorn eran una novedad para él.

Livvy como siempre, estaba radiante en un vestido ajustado con un diseño de cerezas y el cabello suelto. Kit pensó cómo era que una chica como ella no estaba en la televisión modelando, era preciosa.

Su hermana pequeña era bonita también, pero estaba en la fase de experimentación con su vestimenta y estilo, el tiempo que fijaba su mirada en ella portaba trajes góticos que la hacían ver de una manera menos radiante y más peligrosa, entendía porqué Ash estaba encaprichado con ella.

Kit planeaba no saludarlas, no por maleducado ni nada de eso, ese día estaba algo triste y no quería interactuar con gente. Quería tomar su estúpida comida e irse a refugiar con música y cigarros en su cuarto.

Pero sus planes se vieron frustrados cuando Livia lo miró y comenzó a caminar hacia él con una sonrisa y con su hermana pisándole los talones.

—¡Kit! ¡Qué sorpresa encontrarte aquí! No sabía que vivías cerca—Livvy lo miró de arriba a abajo. Kit se sintió algo avergonzado, ese día no se encontraba con las fuerzas necesarias para cambiarse por lo que iba con los pantalones de pijama y una sudadera manchada con lo que parecía ser salsa de tomate.

—No muy cerca, la verdad.—Livvy asintió, pensativa. Dru se notaba impaciente en su retaguardia.

—Kit quería disculparme nuevamente por lo de mi hermano.—Kit la miró fijamente y retirando la mirada cuando se dio cuenta cómo reacciono a la mención del chico.—Él es autista, se le es complicado.—Livvy se mordió el labio, un gesto que llamó la atención de Kit.—Como sea, fue un placer verte. Que tengas un lindo día.

Kit saludó a Livvy y a Dru con una falsa sonrisa. Cuando las perdió de vista noto que ellas llevaban galletas de chocolate y dulces. Kit miró su canasta con dos paquetes de arroz económico y una pizza. No sabía el porqué pero le entraron unas ganas incontrolables de llorar.

Se apresuró a pagar, no quería encontrarse con nadie más. Deseaba escapar, no estar en su casa, ni en el instituto donde tendría que fingir estar bien con la gente que se preocupaba mínimamente por él.

Cuando ya estuvo fuera de la tienda se apresuró a sacar lo único que controlaba esa sensación de ahogo, prendió un cigarro y buscó la calma que acompañaba a la nicotina. Se apoyó contra la pared de la entrada del supermercado para estar más cómodo. Inhalo rápidamente, para luego exhalar el nudo que se le formó en la garganta.

—Fumar hace mal.—Kit buscó a su primo con la mirada quién siempre que lo veía fumar decía las mismas palabras, pero no era Ash, era el hermano de Livia y Drusilla.—Daña los pulmones y el sistema cardiaco, puedes contraer más de cuatro tipos diferentes de cáncer.

Kit lo analizó, llevaba puestos unos vaqueros normales y una sudadera negra bastante más grande de lo que él era. Pudo notar que llevaba uno de los auriculares inalámbricos en la oreja. Su rostro denotaba seriedad, el entrecejo fruncido, las comisuras de los labios en una línea plana, los ojos grises fijos en la mano con la que Kit sostenía el cigarro.

Christopher inhalo una vez más mientras pensaba que responderle al muchacho que creía que tenía el derecho de llamarle la atención por fumar sin siquiera conocer su nombre.

Kit no era una persona abierta y sociable, más bien era de esas que les gustaba hablar y bromear si conocía al remitente. No se avergonzaba, pero no se sentía cómodo hablando con multitudes de gente como lo hacía Matthew.

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⏰ Última actualización: Dec 11, 2020 ⏰

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Call you mine (Ty-Kit)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora