Fruto prohibido [Himiko Toga y Tu ]

《 7 》

"¿Frustacion?"...

-Por favor déjame tocar tu piel, el mundo que otros no ven, solo intoxica me que feliz seré ahogada en tu calidez-

Un grupo de personas estaba charlando reunidos en una taberna secreta donde una rubia estaba jugando con un cuchillo un poco desesperada.

-Sera mejor que dejes de jugar con eso —advirtió un hombre de niebla oscura—

-Si le vas a sacar un ojo a alguien —una mujer con apariencia masculina hablo—

-Mhoo~ —Guardo el cuchillo mientras se cruzaba de brazos — Tengo cosas que hacer así que terminemos rápido

-Si como ir a coger con tu esposa —escupió esas palabras Dabi sin tacto alguno—

-Al menos yo si tengo con quien "Coger" —hizo comillas con sus dedos — no como tú que te la tienes que jalar —se burlo de el —

-....—el chico de ojos azules solo bufo mientras volteaba su rostro en otra dirección —

Los demás del grupo estaban tratando de retener las risas pero al final no pudieron y se carcajearon del chico con parches.

-Y dinos Himiko ¿cuándo nos la presentaras? —pregunto chatora —

-Ummm que tal................¿Nunca? —sonrió de manera retorcida la rubia —

-Oh vamos di que si —insistió un poco mas —

Después de negarse, al final tuvo que decir que si aunque el grupo ya sabían sobre T/N solo querían verificar si era de fiar después de todo fue una Heroína en un corto tiempo.

Caminaron todos directamente hacia la casa donde ambas Vivian, claro sin que nadie los reconocieran tenían que cuidar de que nos los ataparan a plena luz del día, la rubia abrió la puerta para luego cederles el paso no sin antes advertirles que si trataban de hacerle algo a su dulce esposa los mataría a todos.

-Himiko-chan —se acerco con alegría hacia su esposa pero noto a los demás— Bien.......venida —se quedo quieta en su lugar examinando a cada uno con una facción de sorpresa—

-Perdón T/N-chan debí avisarte que traería compañía —le sonrió la rubia pero solo recibió una mirada vacía por parte de la morena—

-Oh.... Bienvenidos a nuestro humilde hogar —hizo una reverencia —

-Así que...¿tú eres la famosa esposa de la psicópata? —hablo el ojiazul mientras caminaba alrededor de esta —