CAPITULO DOS

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Elena mira con cara de preocupación a Piero mientras él juega solo en el parque infantil ubicado en la parte trasera de la cabaña de sus padres. Desde que su esposo murió, Elena no ha podido llevar una vida fácil... y menos con Piero teniendo pesadillas y mojando la cama todas las noches.

Piero nunca estuvo de acuerdo con la idea y al principio fue difícil. Elena empezó a comprar pañales de tela para Piero de colores y tonalidades serias y no tan infantiles, ya que no quería incomodarlo aún más. A Piero le costó acostumbrarse tener protección por las noches, y muchas veces los pañales de tela no eran tan cómodos para él. Las pesadillas seguían, y más de una noche, Piero dormía con su madre para poder conciliar el sueño.

Piero siempre creyó ser un niño grande que podía hacer lo que quisiera sin importarle las consecuencias, pero desde que empezó a mojar la cama como un bebe, la actitud de aquel niño cambió y empezó a tener problemas con sus amigos, la escuela, y su familia. Algo estaba mal, y Elena necesitaba saber cuál era el problema de su pequeño.

La época de Navidad era una excelente oportunidad para que Elena tratase de averiguar el problema de Piero... Pero a pesar de que Elena ansiaba mucho solucionar los problemas de su hijo, Elena no era la típica madre curiosa y chismosa en cuanto los asuntos de sus hijos. Elena creía que sus hijos debían caminar sus caminos solos y que debían entender la vida y el mundo a través de los errores y las alegrías durante sus jóvenes vidas.

Pero recientemente había encontrado una solución para sus problemas actuales. Y aunque no le gustara, haría lo que fuera para entender a su bebe.

Aquel oso grande decolor café era la opción perfecta para Elena... Siempre y cuando Piero nunca seenterara de lo que su madre planeaba entre sus manos.

Un Gran Oso de NavidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora