Χειμώνας

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-Es ella, mi señor- El hombre de tez pálida y cabellos dorados habló. Su mano reposaba en el hombro de la chica desconocida quien tenía su vista fija en el suelo mientras jugaba con sus manos y evitaba mirar a la persona delante de ella.

El peli morado dio un respiro profundo y se levanto de su silla. Tomo su abrigo de piel y le ajusto a su cuerpo. Con pasos lentos y suaves fue acercándose; su mirada jamás había dejado a la rubia, analizando el lenguaje corporal de ella y poder percibir alguna pista que delatara si en verdad era a quien buscaba o solo era una simple chica.

- ¿Cuál es tu nombre, mujer?-
Su voz fue firme y demandante.

La chica se armó de valor y levanto la cara para observar a quien sería entregada. Hades pudo notar un brillo en los ojos de la fémina, el temor y emoción podían ser percibidos en aquellos orbes y le hizo a su corazón sentirse cálido. Tal vez... Solo tal vez...

- Mi nombre es Winter, mi señor. Deméter me ha enviado aquí debido a los sucesos que en unos días tomarán y lugar, y que, por supuesto, usted ya conoce.- Justificó la rubia mientras sacaba un sobre de su vestido y lo entregaba al chico.

Hades tomo entre sus manos aquella carta, rasgo el papel crema y saco el contenido para leer el mensaje. Su expresión fue neutra en todo momento, las palabras eran absorbidas y releídas una y otra vez hasta que Chan se canso de hacerlo.

- Lleva a la joven a una de las habitaciones principales, procuren hacer que se sienta cómoda y provean lo que llegue a necesitar- ordeno.

-Si, mi señor.-

- Bien.- Puso las manos en su cintura y fijo la mirada en su consejero. - Cancela lo que tenga pendiente por hacer durante esta semana. Saldré un par de días para corroborar unos datos. - dictó y al momento de dar unos cuantos pasos para volver al trono, pero entonces, escucho la puerta abrirse y a uno de los guardias caminar apresurado hacia él.

Hades se detuvo para reprender a la persona por su descortesía, pero antes de que alguna sílaba saliera de su boca, sus ojos fueron atrapados por un chico que venía caminando detrás del guardia. Sus ropas estaban sucias y rasgadas, la piel tenía suciedad, el cabello negro estaba opaco y enormes ojeras podían verse debajo de sus ojos.

El extraño llevaba algo entre las manos, caminando con pasos lentos hacia el peli morado; fue entonces que el guardia hablo por fin.

-Mi señor, lamento la interrupción, pero este chico deseaba hablar con usted. Iba a negar la entrada y pedirle que esperará, pero al reconocer de quien se trataba, creí que usted le atendería de inmediato por ser un caso que involucra a... Su señoría, el joven Cupido. Perdona el atrevimiento, mi señor. Estoy dispuesto a recibir un castigo por mi osadía.-

El guardia se inco y bajo la cabeza, esperando a lo peor. Pero grande fue su sorpresa al ver a su señor pasar de largo. El cuerpo moviéndose hacia el chico que ahora, estaba desplomado a uno cuantos pasos.

Chan analizo al menor delante de él y estiró una mano, el azabache miró con curiosidad.

- ¿Qué puedo hacer por ti, Psique? -

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Ciertamente salir del inframundo no era emocionante para Chan, debía de dejar su comodidad y salir al mundo humano por cosas tan insignificantes.

Al ser un Dios, el chico contaba ya con demasiadas responsabilidades; desde verificar el ingreso de los muertos a su reino, hasta dar una correcta clasificación a las almas, solo para que estás fueran ubicadas a dónde pertenecen y deban pasar unos cuantos años hasta su próxima reencarnación. Sí, dejar las cosas a medio terminar no le agradaba ni un poco.

Un mes había pasado desde que Winter se había establecido en el inframundo. Ella era la perfecta reencarnación de Persephone en esta era. Le ayudaba en los asuntos de su reino, verificaba que todo fuera de acuerdo a lo planeado, e incluso se había ganado la confianza de aquellos quienes residen en el inframundo. Una perfecta reina.

Pero aún así, sentía que algo estaba mal, su instinto le decía que algo estaba pasando sin siquiera el notarlo. Sus pensamientos le carcomian el cerebro, pero no lograba encontrar nada. Todo estaba perfecto.

Y lo estaba, hasta que un par de ojos café y sonrisa alegre deslumbró su corazón.

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Ahora sí se viene lo Chido
Ahdhdhd. Stan Aespa, stan Stray Kids.

Underworld [ChanLix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora