Tres

422 66 19
                                    



El timbre del apartamento suena una vez, sacándolo de su mundo mientras acomodaba los últimos detalles en su pequeña cocina.

Desde el día en el cuál con mucha vergüenza y esfuerzo logró invitar a su menor a su pequeña vivienda, no descansó planeando cada detalle, deseaba algo sencillo pero que sabía, su menor agradecería.

Sunwoo cada día lo visitaba y le daba un lindo presente, el cuál él con sumo cariño los iba guardando y cuidando con amor. Sin embargo, por su parte nunca ha hecho nada por el contrario, su trabajo abarca la mayor parte de su tiempo y apenas le sobra unas horas para llegar a casa y poder descansar, no dejándole momento libre para otras tareas.

Ese día lo venía planeando desde mucho tiempo atrás, confiando en que todo le saldría bien y podría disfrutar su día.

Secó sus manos sobre el delantal que llevaba puesto, quitándose este a su paso.

Caminó hacia la entrada mientras acomodaba torpemente su ropa, checándose una última vez en el espejo que se encontraba cerca de la puerta, la misma que abrió luego de respirar profundo.

Estaba realmente nervioso, no quería imaginar como estaría el chico detrás de su puerta.

Una hermosa y nerviosa sonrisa fue lo que lo presenció una vez su puerta se abrió, revelando al chico moreno, el mismo quién con su sola presencia hacía estragos en su cuerpo y mente, quién le indicaba que corriera hacia el menor y no le soltara jamás.

Kim Sunwoo. Simplemente él.

Una suave sonrisa cargada de amor se extendió por su rostro una vez capturó los ojos marrones del menor, a quién se le tiñeron tiernamente las mejillas de un suave carmín. Con un asentimiento seguido de una risa nerviosa, lo invitó a pasar, cerrando la puerta una vez el menor se encontraba dentro.

"Hola, hyung..." Susurró Kim, volteando ligeramente su cuerpo quedando frente a su mayor.

Este notó como una de sus manos descansaba detrás de su espalda, sonriendo ligeramente al saber qué había ahí. A pesar de esto, se acercó al menor rodeándole con sus brazos, dándole un pequeño abrazo el cuál duró apenas segundos, quedando ambos insatisfechos con el pequeño contacto.

"Hola, bebé, ¿Todo bien?" Canturrea una vez se separa del menor, sonriéndole y encaminandose hacia su cocina, invitando a seguirle.

Sunwoo se ruboriza por el mote utilizado para con él, ocultando su sonrisa al bajar su cabeza, siguiendo a su mayor por su casa.

"Todo bien... ¿Cómo está hyu-?"

Detiene su habla na vez entra a la pequeña cocina, deteniendo a su vez su caminar de golpe al ver lo bien acomodado que se encontraba todo, elegante y romántico, sin dejar la sencillez de lado.

"Hyung... todo está muy bonito." Halaga con sinceridad, sus apenas regordetas mejillas aumentando su tamaño al sonreír grande, luciendo más tierno de lo usual.

"¿Si? Me he esforzado en acomodar todo bien para que estés cómodo." Haknyeon parece emocionado al decir, orgulloso con su trabajo. "Lo mejor para el más bonito." Suelta, viendo con cariño la mirada iluminada del moreno.

Sunwoo baja ligeramente su cabeza ante la vergüenza que lo consumía, sin dejar de sonreír en grande por lo bonito que es su hyung con él, siempre llenándolo de halagos. Y como si una luz se prendiera en su cabecita, recordó el pequeño detalle que le daría a su hyung.

Sacó su mano de su escondite, revelando las dos rosas bien adornadas y de un intenso rojo, extendiéndolas con nerviosismo al mayor.

"Esto es para hyung... porque él también es muy bonito." Susurra, sonriéndole una vez conecta su mirada con el susodicho, quién se le acerca y con cuidado acepta el pequeño presente.

"Roses to hyung" ❁•[SunHak] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora