Ḁͦ l̥ͦo̥ͦv̥ͦe̥ͦ ḁͦt̥ͦ W̥ͦḁͦr̥ͦ •°[Terminada]°•

꧁༺ 𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 3 ༻꧂

T●i●e●m●p●o● a●t●r●a●s●

Pov ¿?:

-. ¡Corran por sus vidas malditos humanos! - grite con todas mis fuerzas al ver cómo aquellas débiles e insignificantes personas corrían con miedo en sus rostros, es lo que más me satisface - jaja vamos chicos, maten a quien tengan en frente, yo iré a buscar a mis viejos amigos - mis nuevos compañeros y seguidores solo asintieron a lo que les dije y yo me fui por el lugar, recorrí los pasillos buscando el lugar donde seguramente estarían ellos, veía todo y recordaba lo que me hacían en ese lugar, si no me hubiera escapado aquel día.. estaría muerto - aquí es la celda 210 - abrí la puerta de un golpe y sí, ahí estaba él, colgado de los brazo y con cadenas - sabía que eras fuerte viejo amigo - me acerque a él y le comencé a quitar las cadenas que lo ataban -

¿: Tú? Creí que habías muerto... ¿Cómo es que...?

¿?: Nunca lo hice, unos inútiles como ellos jamás lograrían acabar conmigo.. regrese por ti, Xander.... Perdón por tardar tanto en venir - termine de quitarle las cadenas y el cayó al suelo de rodillas por el cansancio, le di algo de ropa y le ayude a levantarse - ¿Dónde está Daigo?

Xander: en la misma celda que antes.. ¡Esos malditos...! ¡Ellos mataron a Ryota frente a él! - ¿Qué...? Daigo, perdón por no poder salvarlos, malditos humanos, pero eso no va a quedarse así... lo juro - vamos por él

¿?: Si.. vamos - salimos de esa celda y seguimos por los pasillos hasta llegar casi al final del pasillo número cuatro, abrimos la celda 315 y hay estaba, con cadenas por todo el cuerpo y una mordaza - Daigo - me acerque y le quite la todo lo que lo ataban, sus ojos reflejaban tristeza y enojo incluso odio -

Daigo: Shu... creí que habías muerto, ese día dijeron eso pero me alegro que estés con vida

Shu: lamento no haber llegado antes yo... lamento lo de Ryota - el me abrazo y apretó fuerte, tenía que desahogarse, sentí su odio y sus ganas de venganza - vámonos de aquí - salimos de esa celda y caminamos por los pasillos, ellos iban atrás de mi ya que no tenían fuerzas - Vengan - caminamos por los demás pasillos y liberando a algunos dementores que aún estaba en las jaulas, nos íbamos a ir pero llegó uno de los humanos lo iba a dejar ir porqué mis amigos necesitaban descansar y él no estaba en condiciones de pelear pero... -

¿?: Malditos! ¡Los mataré a todos! - saco lo que parecía ser un arma de fuego de las más potentes que tenían, nos disparo y yo me dispuse a cubrir a mis amigos con un campo de fuerza, ¡Esto no se va a quedar así! ¡Cómo se atreve! -

Shu: ¡Maldito! - corrí hasta donde estaba esquivando cada una de las balas y otras solo golpeaban el campo de fuerza que tenía - sorpresa - me miro con miedo, no, con terror, terror a morir, yo ya me había posicionado detrás de él, con mi fuerza comencé a quebrar cada hueso de su débil cuerpo hasta que no quedaba ni uno entero - entiendan que ustedes nunca podrán ser mejor que nosotros, son una escoria que yo me encargaré de aniquilar... parece que queda otra basura por aquí - dije al ver qué en una esquina estaba una persona recargada, se veía que había tenido una dura batalla, solo me miro pero él fue distinto, no demostraba miedo alguno, tal vez estaba listo para morir o solo era el orgullo de sentirse superior -

*?: Ojo rojo, vámonos - iba a matarlo pero me interrumpió uno de mis seguidores, al parecer ya era hora de desaparecer, por un momento claro -

Shu: si, deberías de decirle a tus superiores y a tus compañeros que deben de tener miedo, el dementor más fuerte a llegado y que la tumba Nazarick comenzara sus planes para verlos destruidos por todo lo que nos causaron, la muerte de familia, amigos y conocidos, todas esas vidas serán cobradas con creces, ojo rojo a llegado para quedarse y nada ni nadie me detendrá - lo deje tirado en el suelo, claro, no me vio el rostro porqué traía una máscara y además una capucha negra, lo mire de reojo y después desaparecimos entre la niebla y el humo que había. Shu Kurenai, el último miembro de la tribu Kurenai, ese soy yo, ya no soy aquel niño que tenía esperanza en que ellos podían cambiar, si nos llaman monstruos entonces lo seremos, si nos llaman asesinos entonces mataremos, no dejaré que nadie sea humillado por esas creaturas inferiores, nunca más -