Ḁͦ l̥ͦo̥ͦv̥ͦe̥ͦ ḁͦt̥ͦ W̥ͦḁͦr̥ͦ •°[Terminada]°•

꧁༺ 𝒄𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒕𝒓𝒆𝒔𝒆 ༻꧂

Ambos jóvenes después de esa entrega de amor se dirigieron a sus departamentos más que felices con la promesa de verse al siguiente día.

Por otra parte la peli blanca había llegado a dónde sabía vivía su hermano mayor. Iba con el rostro totalmente serio, sentía ganas de matar al que ella ahora consideraba un traidor.

Si pensar que ella estaría allí el albino entro lo más confiado que podía. Al cerrar la puerta siento una pequeña brisa y luego el filo de aquella guadaña negra apuntar a su cuello.

— ¿Que haces aquí hermana? —

Pregunta serio y volteando lentamente hacia la joven quien se encontraba a sus espaldas. Ella bajo lentamente aquel arma mientras se acercaba a su hermano.

—Vine por una explicación—

—¿A qué?, Si se puede saber—

—No te hagas el idiota, sabes que vine por lo del estúpido humano que dejaste quedar en la tumba—

Hablo enojada la de cabello blanco tirando con su mano un jarrón de vidrio que se encontraba en la entrada de dicho departamento. Shu miro de forma serena el jarrón para luego dirigir su mirada a su hermana menor. 

— Vaya, si que corren rápido los chismes —

— Shu, déjate de tonterías y dime ¿Por qué dejaste que se quede?, Sabes muy bien que son nuestros enemigos a muerte —

El albino camino tranquilo hasta uno de sus sofas en la sala, se sentó y miro fijamente a su hermana la cual denotaba lo molesta que se encontraba en ese momento.

— ¿Que nunca te has enamorado?, Delta estaba dispuesto a dar su vida por él y créeme no quiero perder a alguien tan valioso como él, además que el joven Kurui puede sernos muy útil en esta situación Akai Shi —

Además que entendía perfectamente a Delta el cual se había enamorado también sabía que él tener a un humano con ellos y no cualquier humano, sino un cazador podría resultar le muy útil para la batalla que se avecinaba. Podría informarles como funcionaban muchas cosas entre los humanos y como poder acabar con las fortalezas o ese era su plan.

Por otro lado, la chica si se había enamorado pero eso no había terminado bien. Su hermano sabía su historia ya que hace ya algunos años el mismo dio su consentimiento para esa relación que gracias a los humanos no había durado mucho tiempo.

— Sabes que si me enamoré y también sabes que por esos y más razones los odio —

Le dolía recordar aquel día donde ellos dos, el joven Yan y ella estaban en una casa que rentaban en la ciudad. Los dos habían acordado dejar su odio a un lado para poder vivir entre los humanos.

Parecían cualquier pareja normal, salían al cine, a restaurantes, a citas etc. Vivían una vida feliz y plena, él trabajaba en la ciudad mientras ella se quedaba en su hogar para tenerlo limpio y demás.

Un día mientras ambos caminaban de regreso a su casa vieron un par de cazadores atacando a alguien de su raza. No podían simplemente irse y hacer como si no hubieran visto nada, eso sería como traicionarlos.

Ambos materializaron sus máscara y fueron en ayuda de aquel joven dementor el cual protegía a un par de niños, sus hijos. La pareja atacó lo más fuerte que pudo.

— ¡Akai, llevatelos! —

Le gritó el peli negro, ella obedeció aún sin querer pero confiaba en él y en la fuerza que poseía. Se llevó al joven y a los niños a un lugar seguro, se aseguró que estuvieran bien sin heridas graves y luego volvió apara ayudar a su novio.