Ḁͦ l̥ͦo̥ͦv̥ͦe̥ͦ ḁͦt̥ͦ W̥ͦḁͦr̥ͦ •°[Terminada]°•

꧁༺ 𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒅𝒊𝒆𝒛 ༻꧂

El murmullo se empezó a escuchar por toda la sala, los reunidos en ese gran salón comenzaron a ponerse de pie mientras la veían pasar, un aura asesina provenía de ella y todos allí sin excepción la conocían, la hermana del rey estaba allí con sus "compañeros".

Pocas veces visitaba la tumba Nazarick pero cuando iba no era para llevar buenas noticias, Shu estaba en una silla que daba justo frente a la puerta y claramente la vio entrar, se levantó y se quedó esperando a que ella llegara a donde él se encontraba.

— Cuánto tiempo hermano —

Sonrió acercándose a él para luego ambos darse un abrazo ante la mirada de todos. Si bien es cierto que a ella no le gusta que le recuerden a su hermano no lo odia, es la única familia que tiene y por él estaría dispuesta a dar su vida sentimiento que es mutuo.

Ambos se separaron viéndose directamente a los ojos se dedicaron una sonrisa sincera, el Albino limito a tomar asiento y ella aceptó.

— Me alegra que estés aquí Akai Shi —

Hablo feliz Shu aunque sabía que la visita de su hermana no podría significar buenas noticias los rumores sobre ellos estaban esparciendo demasiado rápido así que supuso que el que ella fuera a verlo tendría algo que ver con los altercados que habían tenido los cazadores en los últimos días.

— Si, ya tenía ganas de verte —

Hablo con una sonrisa la joven y agarrando una copa con agua que uno de los "sirvientes" le había dado.

— Supongo que no son buenas noticias ¿Cierto? —

La chica lo miro fijamente para después agarrar o mejor dicho, materializar su guadaña y acariciar por decirlo de alguna manera, el filo.

— Mis soldados han atacado las bases de esos bastardos pero no han logrado mucho —

Explico está vez mirando al albino mientras desaparecía aquella arma entre su vestido negro.

— Lo sé.... Nosotros hemos conseguido más información, ya se quién es el segador y lo tengo muy cerca —

Hablo Shu dejando algo sorprendida a la oji rojo sin embargo sonrió ya que sabía muy bien la astucia de su hermano, de él había aprendió muchas cosas que ahora la convertían en un ser aterrador.

— ¿Que esperas para matarlo? —

— Nada, solo me quiero divertir un rato con él —

No podía decirle que se había enamorado de su mayor enemigo, aunque no planeaba ocultarlo para siempre sin embargo, ese no era el momento ni el lugar para hablar sobre ello.

Había cosas más importantes en las que prestar atención en ese momento; él estaba seguro de haber matado a todos en aquel lugar y pensó que el soldado que había quedado con vida ya había muerto o no había salido vivo por las heridas en su cuerpo pero se llevó una sorpresa aquel día en el bosque con Valt.

— ¿Tienes algo que decirme? —

Pregunto la chica al ver el rostro indeciso de su hermano, esté dio un suspiro, no podía engañarla lo conocía perfectamente pero tampoco quería decirle nada de aquel ex soldado ya que lo mataría y él lo necesitaba con vida, por el momento.

— Solo que tengas cuidado en quien confías, también... No arriesgues la vida de los demás si no es necesario —

— Lo sé, siempre me lo dices —

— Ja, tienes razón... Akai Shi... Si necesitas algo sabes que estoy para ti —

— Lo se hermano, gracias —