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𝗖𝗔𝗣𝗜𝗧𝗨𝗟𝗢 𝗗𝗢𝗦...

"¿Asistente del gerente Choi?"

"¿Si?"

El gerente general del departamento de recursos humanos llamó a Woojin. Era la hora del almuerzo y Woojin estaba comiendo solo y leyendo "Respecto al dolor de los demás". Cuando Woojin lo necesitó, el gerente general, que llevaba unas gafas con montura dorada anticuadas, continuó mirando a Woojin y preguntó: "Nuestra empresa no es muy grande, entonces ¿por qué se siente como si nunca te hubiera visto antes?".

"..."

"Tuvimos una orientación para los nuevos reclutas y creo que usted, Subgerente Choi, nos va a ayudar".

Woojin miró al gerente general en silencio. Era un hecho bien conocido que Woojin no era bueno para decir que no. Por eso a menudo se le entregaba a Woojin cualquier papeleo complicado. Por otro lado, debido a que hizo un trabajo tan complejo, su reputación laboral fue impecable.

Woojin trabajó de manera eficiente y sus documentos siempre fueron muy prolijos. Parecía que el gerente general del departamento de recursos humanos escuchó el rumor sobre el talento de Woojin.

Cuando Woojin entrecerró los ojos, que era su costumbre cada vez que contemplaba algo, el gerente general frunció el ceño levemente y explicó: "Se suponía que el asistente del gerente Jihoon Kang se ocuparía de esto, pero tuvo un viaje de negocios inesperado ..."

"..."

"Es una tarea muy fácil. Todo lo que tiene que hacer es brindar orientación sobre el sistema de contabilidad de nuestra empresa, la guía de trabajo en grupo y las reglas de la oficina".

"..."

"¿Estás muy ocupado?"

"No está bien."

Woojin recordó el momento en que uno de los miembros del equipo de recursos humanos le preguntó si siempre estaba molesto. Woojin siempre pensó que su rostro no era memorable, pero parecía que tenía un rostro de perra descansando. Además de eso, era bastante conocido entre sus compañeros de trabajo.

En un lugar de trabajo, el trabajo de buena calidad por sí solo no es suficiente para pasar desapercibido. Uno necesitaba llevarse bien con los demás y no estar demasiado cerca ni demasiado lejos para poder ocultarse entre la multitud.

Woojin apretó las manos lentamente. Se quedó mirando fijamente por un momento antes de dejar una nota en su escritorio y salió de la oficina. Mientras caminaba por el pasillo, suspiró.

Fue difícil para Woojin entender a la gente. Tener una vida social era un misterio para él.

No demasiado cerca pero tampoco demasiado distante.

Asegurándose de no cruzar la línea.

Fue muy difícil para él averiguar dónde estaba la "línea".

Una línea invisible entre personas. El concepto, que probablemente fue fácil para la mayoría de la gente, siempre confundía a Woojin.

Cuando era niño, Woojin fue diagnosticado provisionalmente con autismo leve. Siempre estaba callado y su rostro siempre estaba en blanco. Su madre pensó que era raro, así que naturalmente lo llevó a una clínica.

En la escuela primaria, Woojin a menudo se metía en problemas por no responder a las preguntas de los maestros. Sucedió tan a menudo que sus padres fueron llamados a la escuela, y fue solo entonces que Woojin se dio cuenta de que tenía que responder cuando su maestro le preguntaba algo.

Fue similar con sus amigos. Woojin era muy diferente. A pesar de que hablaban el mismo idioma, todavía no podía comunicarse con otros niños. El principal problema era el hecho de que Woojin simplemente no quería hablar con otras personas. No quería reír ni sonreír. No era de extrañar que se volviera un solitario por elección.

Afortunadamente, Woojin era un niño pasivo y un gran triunfador. Era un buen estudiante y sus compañeros de clase en su mayoría lo ignoraban.

Woojin fue un niño desapercibido. El tiempo pasaba sin sentido para él y su vida seguía siendo incolora y vaga. Se sentía como si su vida continuara de esta manera, nadie se daría cuenta incluso si moría.

Y su vida siguió así durante 30 años.

Sin significado. Nada.

Mientras esperaba el ascensor para ir al auditorio del primer piso, Woojin se mordió los labios. Una de las cosas que más odiaba era conocer a extraños. Por eso solicitó al departamento de políticas donde la mayor parte del trabajo se hacía individualmente en lugar de en grupos.

Siempre que tenía que hacer tareas inesperadas y no planificadas, como ahora, se sentía demasiado agotado. El ascensor finalmente llegó y, después de entrar, pulsó el botón del primer piso.

Estaba empezando a tener dolor de cabeza. Cerró los ojos y estaba a punto de colocarse los dedos en las sienes cuando, de repente, la puerta del ascensor se abrió. Iba a bajar del noveno piso, así que este no podría haber sido ya el primer piso. Se sintió molesto, y cuando abrió los ojos, fue recibido por un par de ojos distintos.

"..."

Azul.

Noche.

Ojos que parecían la noche.

Woojin se quedó sin aliento mientras miraba a los ojos del hombre. La noche en esos ojos no era negra sino azul. Una noche húmeda y negra.

Woojin se inclinó suave y tranquilamente, pero la repentina sensación que tuvo fue tan feroz que sintió como si estuviera soñando.

Esos ojos se sentían como enormes olas viniendo tras él.

Esa noche…

Esa noche cuando estaba rodeado por el olor a hierba y agua ...

Ese día ... Esa voz era tan caliente e impresionante ...

•••

(ᶜᵃᵖⁱᵗᵘˡᵒ ᵈᵒˢ ᵈⁱˢᶠʳᵘᵗᵉⁿˡᵒ ^^)