Miraculous: La búsqueda por las piedras cósmicas.

~33~

Nathalie lentamente abrió sus ojos, frente a ella se encontraban Gabriel, Adrien y Marinette, observándola fijamente, está al percatarse de que Gabriel estaba ahí, salto de su lugar muy exaltada.

─¿E~Estoy soñando?─ se pellizca un brazo ─¿Esta aquí?

─Estoy aqui─ replicó

Rápidamente está lo abraza con fuerza, y sin darse cuenta comienza a llorar, ambos se quedaron así durante unos minutos hasta que se separaron.

─¿Como, cuando?─ mira a Adrien

─¿Recuerdas algo?─ pregunto el rubio, la mujer asiente

─Me llevaron a un lugar tranquilo y luego nose que más paso─ mira su alrededor

─Fuiste raptada por Padre Tiempo─ comento Adrien ─El trabajaba para el escritor, creador del multiverso, querían castigarte por reunir las piedras y viajar por el tiempo, ese día papá despertó, desde entonces te buscamos, hasta que dimos contigo

─¿Como vencieron al creador del multiverso?─ se preguntó confundida

─Con tu ayuda─ acotó Marinette, la mujer la mira extrañada ─Existe el multiverso, treinta y ocho para ser exactos, y en cada uno de ellos vive una versión de nosotros

─No lo creo.

─Creelo─ musitó Gabriel ─Tu versión del universo catorce nos ayudó con todo esto y venció al escritor, ahora es su jefa, me dijo que te dijera que te quito todos tus arrepentimientos y te dio un regaló

─Todo esto es tan difícil de procesar─ se toca la cabeza ─¿Quieren decime que existen treinta y siete versiones de mí y que una de ellas se volvió la jefa del creador del multiverso, todo esto para ayudarme a mi?─ los tres asienten ─Guau─ dijo únicamente

─No trates de comprender, se vuelve más difícil cada que lo piensas, lo importante es que regresaste sana y salva y que papá también está bien─ dijo el modelo con tranquilidad

─Tienes razón─ suspira ─¿No les molesta si tomo una ducha?, me ayuda a relajarme, me siento como si hubiera corrido una maratón

─Ve tranquila─ musitó Gabriel

La ejecutiva se levanta, atraviesa la habitación y se encierra en el baño, procede a quitarse la ropa y entrar en la bañadera; afuera Gabriel y los demás dejaban la habitación para darle más privacidad a la mujer, bajaron tranquilamente y se sentaron en la sala.

Los tres conversaban animadamente hasta que el timbre de la mansión resonó, Adrien se levanta de su asiento y va hacia el atelier a contestar, luego sale de él y va hacia la sala, minutos luego vuelve acompañado de Andrew.

─Buenas tardes─ saludó, los demás contestaron de forma cortez ─Espero no molestar

─No lo haces, toma asiento─ mencionó Adrien, sentándose a un lado de Marinette

─Gracias─ se sienta ─Vine ayer pero no encontré a nadie, me preocupe

─Tuvimos que salir─ replicó rápidamente

─Entiendo. . .¿Nathalie ya regreso?.

─Si, está arriba tomando una ducha─ explicó sereno ─¿Gustas tomar algo?

─No gracias─ sonríe

─Estoy algo perdido─ hablo Gabriel ─¿Tu eres?

─Me llamo Andrew y soy un viejo amigo de Nathalie─ respondió ─Aunque espero que eso cambie pronto─ acotó

─¿En qué sentido?─ indago el diseñador

─Aqui entre nos, planeo hacerla mi novia─ dice orgulloso

─¿Esta seguro?.

─Absolutamente. . .llevo enamorado de Nathalie desde que éramos niños, jamás tuve el valor de declararme─ se abrió ante el resto ─Pero creo que ahora las cosas son diferentes, alguien la lastimo, y lo único que quiero es ayudarla a sanar esas heridas

Gabriel iba a decir algo pero el sonido de los tacos de Nathalie en el marmol, hicieron que guarde silencio, en cuestión de segundos la mujer ingreso en la sala, se veía bellísima, su cabello estaba suelto, portaba un conjunto ejecutivo negro holgado, sus labios estaban pintados de un rojo intenso y tenía puestos unos zapatos de taco aguja color rojo brillante que llamaban la atención de cualquiera.

─Estoy como nueva─ comento dirigiéndose a los sillones ─¡Andrew!─ exclamó al ver al hombre, este se para, ella le extiende su mano y este la toma para luego besar su dordo ─No sabía que estabas acá

─Vine de improvisto. . .te extrañé─ ella sonríe

─Y yo a ti─ lo abraza

─¿Cómo te fue en México?.

─Muy bien─ se aparta y toma asiento ─¿Que tal la clínica?

─Ya no trabajo más ahí, fui trasladado al hospital central, y soy director de toda un area, venía para contarte eso, e invitarte a festejar─ sonríe

─Estoy tan feliz por ti, y claro que quiero festejar─ se levanta ─Espero que Panis este abierto

─Por supuesto, ya recerve mesa─ Nathalie se para a su lado

─Entonces no esperemos mas.

─Si no les molesta, se las robo─ toma su mano

Ambos se giran y dejan la sala, Gabriel se levanta odiado y camina detrás de ellos siendo seguido por su hijo y su amiga; lamentablemente el platinado no logro alcanzarlos, cuando llego a la entrada estos ya salian, dentro de un autovil plateado bastante lujoso.

─¿Por qué se va con el?─ bufó golpeando con su puño el vidrio de la ventana

─Tecnicamente es su novio─ refutó el rubio

─Pero oyeron a las otras, estamos destinados a estar juntos, Catalyst me hizo prometer que la haría feliz, eso quiero─ suspira ─Y se va con otro. . .

─Tal vez hacerla feliz es dejarla ir con otro─ argumento Marinette

─Mari tiene razón, sufrió mucho todo este tiempo, y Andrew es bueno con ella, la ayudo a superarte. . .

─¿Por que querría superarme?.

─No había esperanzas de que despertarás.

El silencio invadió el lugar, los tres se quedaron callados, luego el platinado rebusno y subió las escaleras, dejando a ambos jóvenes absolutamente solos.

─Hablando de Catalyst─ musitó adrien ─Dijo que no perdamos el tiempo─ rasca su nuca

─No es momento Adrien─ replicó desviando su mirada

─¿Por qué?─ cuestionó molesto ─Nos amamos

─¿Tú crees que todo es así de fácil?─ le da la espalda

─¿Cuál es el problema?.

─Luka falleció hace poco tiempo─ se gira y lo mira ─¿Tú crees que es fácil olvidarlo e ir corriendo a tus brazos?─ Adrien intenta hablar pero ella no lo deja ─Yo lo amaba, aunque tú crees lo contrario, sé que piensas que estaba con el por no estar sola, pero no es así, ¡¡lo amaba!!, y por ahora no quiero tener a nadie en mi vida

─Mari. . .

─Basta Adrien─ se encamina a la puerta ─Entiende mi dolor por favor─ sale

El rubio patea un jarrón y lo rompe, estaba enojado, entendía el dolor de su amada, pero al mismo tiempo sabía que él era el único que podría hacerla feliz y sacarla de esa depresión en la que el fallecimiento del pelinegro la había hundido.