Media Luna

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—¿De verdad no vas a ir? —Preguntó una chica de largo cabello verde oscuro y ojos azules con una marca de trébol naranja en la mejilla.

—Sabes que no puedo ir Uni-chan, no hasta que él me lo permita... —Le respondió Byakuran con una sonrisa amarga.

Había dejado de encerrarse en la penumbra de su habitación hacía unas semanas, pero aún se notaba el dolor que le causaba el rechazo de su destinado por más que este fuera justificado.

Uni tomó una de las manos del albino entre las suyas y lo miró con desición.

—Estarán bien. Esta vez sin duda serán felices juntos. —Le dijo apretando su agarre.

—Jajaja... Me gustaría que eso fuera una predicción y no un intento de consolarme. —Comentó con una sonrisa quebrada pero sincera—. Te encargo mi regalo Uni-chan.

Ella asintió y abrazó contra su pecho la bolsa que le había entregado el albino junto a la suya propia.

Byakuran observó por la ventana cómo Uni se iba junto con Ganma al cumpleaños de Tsunayoshi, sí, más de un mes había pasado y no había recibido ni una llamada del castaño.

Por favor... Solo quiero una oportunidad...

Pensó mientras volvía a reproducir los mensajes de voz que le había dejado Tsunayoshi a lo largo de su amistad y observaba sus fotos juntos en un intento por sentirlo cerca.

Uni arribó pronto a la residencia Sawada, esta se notaba a rebosar de personas que habían ido a felicitar al joven Vongola, así que entró en el patio con algo de timidez tras saludar a la madre del cumpleañero y lo encontró rodeado de sus amigos y guardianes como siempre.

—¡Uni-chan! ¡Que alegría que viniste! —La saludó Kyoko muy alegre ya que había pasado un tiempo desde que se vieron por última vez.

Varios más se acercaron a saludarla, pero solo Tsuna, Mukuro, Enma y Reborn se quedaron rezagados. Ella se les acercó una vez terminó los saludos y sonrió algo tímida mientras que Ganma distraía a los demás para darles algo de privacidad.

—Feliz cumpleaños Tsunayoshi-san, y hola Mukuro-san, Enma-san, tío Reborn.

Los últimos tres le dieron un asentimiento a forma de saludo, pero Tsuna permaneció observando las bolsas que traía Uni mientras olfateaba el aire.

—Uni... Una de esas bolsas... Es de él. ¿Cierto? —Le preguntó con una expresión amarga.

—Sí... Él...

—¿Por qué no mejor suben a la habitación de Tsuna para hablar? Nosotros los cubrimos esta vez. —Les dijo Reborn, cosa que sorprendió al castaño—. No puedes evitarlo siempre Tsuna.

Enma palmeó el hombro de su amigo para animarlo un poco y luego lo empujó suavemente para que se fuera con Uni.

Ambos cielos subieron a la habitación en un silencio incómodo, algo muy extraño entre ellos.

—¿Por qué me envió algo? —Le preguntó Tsuna sin poder hacer contacto visual.

—Él había preparado desde hace tiempo este regalo, se suponía que tu presentación sería después de que cumplieras 16 y le daría tiempo de dártelo, pero eso cambió por el tiempo que pasaron juntos. —Explicó ella de forma suave.

—Su alfa influyó en mi omega que se presentó de forma prematura para encontrarlo, ya recibí esa explicación de Shamal Uni. Lo que quiero saber es por qué se está comportando de esta forma. ¿Por qué me ocultó todo este tiempo que éramos destinados? ¿Por qué... Me mató en el futuro? —Preguntó lo último con la voz algo quebrada mientras su omega se retorcía.

Hasta Que Me AceptesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora