ㅤ▸ OO1

6.7K 918 257
                                    

No, no Kim Sunoo, ¡no me vas a convencer con tu ternura!

—¡Vamos hyung! ¡Acompañeme a comprar ese peluche de zorro! ¡Por favor, Hoonie! —los ojitos de Sunoo brillaban mientras que tenía sus manitas juntas cerca de su rostro, su labio inferior abultado junto a sus mejillas rosadas le daban un toque muy tierno, algo que Park Sunghoon no podía soportar.

—Sunoo-yah, quedamos en que luego de que yo pasara por ti íbamos a tu casa y yo me iba a dormir —se quejó.

—¡Por favor, por favor, Sunghoon Hyung! —dió pequeños saltitos mientras chillaba —¡Quiero ese peluche! luego nos vamos y puede dormir todo lo que desee, pero por favor, primero mi peluche. —chilló.

—¿Por qué no vas solo?

—Porque quiero que usted me acompañe, por favor. —tomó con una de sus manitas la mano derecha del mayor. —Acompañeme, hyung.

Es que, ¡¿Por qué Sunoo no dejaba de ser tan tierno?! le hacía mucho daño a su corazón... ¡Y a su heterosexualidad!

—Está bien. —se rindió y pudo escuchar el chillido de felicidad del menor, aquello hizo que sonriera estúpidamente. —Pero con una condición.

—¡No es justo! —puchereó, se cruzó de hombros. —¿Cúal?

—Yo te lo compraré.

Las mejillas del menor se tornaron rojas al instante, golpeó el hombro del mayor y comenzó a caminar hasta el puesto donde estaban los peluches. —¡Oye mocoso, el hecho de que seas mi mejor amigo no significa que te da derecho a golpearme! —se quejó —¿A dónde vas?

—Cálmate, respira. —Sunoo decía entre murmullos mientras se acercaba hasta el puesto de los peluches. —Ignorar a tu mejor amigo es lo mejor. —susurró, los latidos de su corazón seguían alocados... No no no no, ¡No!

—¡Mocoso! —gruñó Sunghoon, frunció su ceño. —Bien, no me quieres hablar, correcto, no más peluches de zorros.

—¡Por favor Sunghoon hyung! —chilló.

—Así me gusta.

Sunghoon se acercó al puesto, mientras compraba aquel peluche no se daba cuenta de la mirada del menor.

Sunoo mordía su labio inferior con fuerza y movía su pie derecho frenéticamente, No de nuevo, no otra vez, era lo que se decía a él mismo, no quería volver a sentir eso nuevamente, maldición Sunghoon.

—¡Aquí está! —Sunoo se sonrojó cuando el mayor había comprado el peluche de zorro más grande de los que habían, aquel peluche le llegaba hasta su mentón, el ritmo de los latidos de su corazón se aceleraron, otra vez. —Un zorro para el zorrito Sunoo.

—¡S-sunghoon hyung! —chilló, tomó el peluche y hundió su rostro en el, podía escuchar claramente a las personas que cruzaban por el lugar mientras hablaban sobre aquello, ¡aquel peluche era casi de su tamaño! Alzó su rostro y pudo ver al mayor mirándolo fijamente, tenía una sonrisita en sus labios, le gustaba demasiado ¡Maldita sea! puchereó. —G-gracias...

—De nada, Sunoo-yah —pasó su mano por los cabellos del menor desordenando estos, ahí estaba un Sunoo muriendo de la vergüenza, su corazón estaba latiendo como loco y eso no le gustaba.

¿Por qué le gustaba su mejor amigo? ¡Eso no debió ser así! Sunoo se acercó e intentó como pudo —ya que el peluche era demasiado grande— colocar su frente en el hombro del mayor. —Hyung, vamos a mi casa, gracias por esto, sólo... S-sólo vamos y puede ir a dormir.

—Ahora quiero pasear contigo.

—¿Por qué?

—¿Por qué no?

—Estúpido. —murmuró, Sunghoon rió y sonrió.

Ahí estaba Sunoo siendo malditamente lindo y Sunghoon no lo podía soportar, ¿por qué tenía a un mejor amigo así de tierno? ¿Por qué tenía que ser su mejor amigo?

𝐒𝐔𝐍𝐎𝐎 𝐈𝐒 𝐌𝐘 𝐏𝐔𝐏𝐏𝐘 › sungsun ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora