Una noche en el hotel (Pokefilia fuerte y +18)

Capítulo 3:

Matt:Bueno, no es la primera vez que lo hacemos.

Matt se encogió de hombros con algo de resignación y mostrando una cierta incomodidad, tal vez por miedo a desconocer como iba a ser mi reacción ante semejante revelación entre él y su pokemon Añil.

____:Bueno... quiero decir...

Fui interrumpido, ya que Matt comenzó a escusarse lo más rápido y sincero que pudo.

Matt:Desde la última vez que nos vimos tú y yo, Añil se empezó a comportar de una forma extraña, se distraía con facilidad y no parecía alegrarse de ganar los combates. Yo no sabía lo que pasaba, hasta que finalmente y tras investigar llegué a descubrir que mi pequeña Rockruff se había enamorado de mí, su propio entrenador. Al principio le reste importancia al asunto, pensé que era cosa del crecimiento y que esa devoción hacia mi se le pasaría cuando evolucionara, que sería algo que pasara comúnmente entre los entrenadores de alto nivel.

Ante mi atónito silencio, Matt sólo pudo continuar con su experiencia.

Matt:Pero cuando evolucionó siguió igual de distraída, y bueno... reconozco que con ese cuerpo nuevo que ha conseguido, yo también sentí un 'algo' hacia ella, que no sabía describir. Añil había crecido y parecía tan triste que simplemente... acepté a hacerlo. No soportaba ver que mis pokemon no estuvieran felices conmigo, así que tras probarlo una vez, resulto que no fue tan malo como pensé y nos encantó a los dos la experiencia. Ahora Añil es mucho más feliz y obediente conmigo, aunque sigue siendo bastante rebelde cuando quiere, como vez. Eso no puedo remediarlo. Jejeje...

La sonrisa de Matt contrastaba fuertemente con mi expresión incrédula sobre lo que me estaba contando mi amigo. Pero no evitó que sintiera cierta curiosidad sobre el tema.

¿De verdad era posible enamorarse de tu pokemon a ese nivel?, ¿Era bueno aceptar hacer algo así con tu pokemon si éste se enamoraba de ti?, ¿Estaría bien visto entre los entrenadores?

Matt:Tal vez te gustaría probarlo con Rubí esta misma noche.

Insinuó instintivamente Matt.

____:¡¿Que yo con Rubí que?!

Matt:Está colada por ti.

Continuó insinuando Matt.

Matt:Tan sólo mírala, tiene los mismos ojos que mi Añil cuando lo hicimos por primera vez. Quién sabe cuánto tiempo ha esperado en que te fijaras en ella.

____:Pero tío, es un pokemon, ¡Mi pokemon!

Matt:Ya lo sé, pero al parecer eso no les impide enamorarse de nosotros, por lo que veo... jajaja...

Me detuve unos instantes a observar confundido a Rubí. La enorme lycanroc carmesí ya se había acomodado en la única cama, mostrando una leve sonrisa que parecía dar a entender que ella de algún modo sabía de lo que estábamos hablando. Reconocí que la postura que mostrada hacia mí, podía sugerir muchas cosas, pero yo nunca sospeché en todo este tiempo que mi querido pokemon tuviera también ese deseo de aparearse con su propio entrenador.