Kryptonian

La Ciudad Embotellada

"Señoras y señores, hoy en Cosas qué simplemente aparecen cuando parpadeamos...
En territorio hawaiano, un volcan activo de un momento a otro se convirtió en una gran bola de hielo que se derrite poco a poco.
Afortunadamente, la isla está poco habitada pero este tipo de cosas nos hacen cuestionarnos si realmente los metahumanos son peligrosos, heroicos o trolls de Internet en el mundo real. Soy Cat Grant, desde el Daily Planet"

Conejita se estaciono en el medio de un campo vacío ubicando en Noruega al borde del océano.
Con el sol a todo lo que podía dar alimentando las células de la Kryptoniana.
Zod salió de la nave con Kandor entre sus manos y pensando en esa ciudad.
Recordando el fatídico día en el que Krypton vio su final.
A su ves venía a su mente un tiempo anterior en el cuál su reputación y dignidad fueron manchados, tal vez incluso su cordura.
Ella lideraba un ejército para evitar qué la inteligencia artificial qué creó su gente de nombre Brainiac cumpliera su cometido.

__Escuadrón Omega, dirijan su ataque hacía los ojos de ése bastardo__ Ordenaba la General mientras dos naves de cristal despegaban rumbo a los cielos de Kandor en dónde una nave en forma de cráneo con tentáculos en la parte baja se posicionada en el medio de la ciudad.
Zod pilotaba una nave similar, con picos en sus todos sus lados qué servían como propulsores de energía.  Los cristales también absorbian energía del sol rojo de Krypton y disparaban rayos de plasma directo a los tentáculos de la nave.

__General, la ciudad será encogida por la máquina de reducción que Brainiac robó de la Ciudadela__ Dijo la subcomandante Faora Ul desde otra nave.

__¿Evacuaron la ciudad?

__No todos General, 600,000 almas Kandorianas siguen evacuado. 

__¿Que? ¿Por que no nos llamaron antes para frenar a ése bastardo lo suficiente?

__Tuvieron qué evacuar primero a las familias del Gran Consejo y a la família de Zor-El

__Por Rao... Bien, ataquen a los tentáculos, no se acerquen al centro de la nave, el campo gravitacional los hará polvo.

La batalla fue devastadora, el ejército de Zod fue casi erradicado, sólo tres sobrevivieron.
La Subcomandante Faora fue evaporizada frente a los ojos de Zod.
Zod vio también cómo la capital de su amada Krypton y su cuidad de origen era absorbida por ésa gran monstruosidad qué no hizo mas qué retirarse al espacio.
Al presentarse ante el Consejo de Krypton, sólo recibió regaños y sermones.
Pero parecía no importarles mas qué la infraestructura y poco les interesaban las vidas pérdidas.
Zod miro a su alrededor sólo caras molestas por algo qué valía menos que las vidas Kryptonianas en ésa capital.
Algunos podrían decir qué en Zod se rompió algo, mas que su corazón y honor, mandó al demonio su cordura una vez salieron unas palabras de la boca de uno de los miembros del consejo.
"En esa ciudad había las suficientes naves para evacuar el planeta"
Zod entendió qué lo qué Jor-El alguna vez fue a consultarle e ignoró por completo era verdad.
El Planeta se estaba yendo al diablo y no quedaba mucho tiempo.
Zod abrió fuego junto con sus dos soldados y escaparon del lugar matando a todo el Consejo. 
Los pasillos de Krypton se consideraban laberintos ya qué carecían de ventanas y tenían un diseño redondo por los cuales era fácil perderse si eras nuevo en el lugar.
Zod conocía bien los pasillos pero tomaba los caminos mas cerrados para evitar que un puñado de guardias los atraparan.

Ursa, que tenía un rifle de asalto con capacidad infinita iba hasta atrás de todos.
Non tenía una fuerza descomunal así qué iba en medio y Zod qué sólo llevaba una pistola pequeña al frente.
Los tres llegaron a una salida directa al techo. 
Había qué subir las escaleras del lugar para llegar al techo y por consecuente a la nave de Zod.
Los tres iban subiendo con velocidad hasta que una nave los sorprendió con disparos. 
"General Dru-Zod, usted y su equipo quedan arrestados y sentenciados a la Zona Fantasma" decía una voz proveniente de la nave.
La nave logró dispararle a Ursa, la cuál fue directamente transportada a esa dimensión una vez el rayo de la nave la tocó.
Zod subió con mas velocidad mientras Non le disparaba con el arma que Ursa dejó.
Ambos terminaron por llegar al techo y rodearon el lugar hasta qué Zod aterrizó en su nave una vez saltó directo a ella.
A Non le dieron en el aire mientras Zod despegaba disparando a cada Kryptoniano alrededor.
Zod con velocidad escapó de la nave qué lo perseguía pero fue entonces qué ambos empezaron una persecución desenfrenada por toda la Ciudadela. 
Pronto varias naves se unieron a la persecución derribando edificios e importandoles poco la seguridad de los Kryptonianos salvo a Zod.
La tierra cada vez temblaba más y a la lejanía se veía cómo edificios enteros caían por si solos.
El fin del mundo había iniciado y sabían qué era inminente el declive de la sociedad Kryptoniana, pero Zod prefería morir cómo una guerrera a vivir como una prisionera.
Fue entonces que en su distracción al ver la sociedad colapsar una luz dejó a la Kandoriana sin defensas y pronto terminó por estrellarse, no sin antes llevarse dos naves enemigas por los suelos.